Posiblemente este ‘De la gloria al sofá’ que publicó MARCA a finales de agosto pasado haya sido la última pieza medianamente extensa dedicada a Juanjo Cobo en los últimos meses. Su ausencia del ‘nueve’ de Movistar para la Vuelta a España no sorprendió a nadie, dada su nefasta campaña. Más sorprendente, en cambio, me pareció que su exclusión apenas se reflejase en los medios, ya que estábamos hablando del penúltimo ganador de la ronda nacional y por delante de un tal Froome.
El fatal bienio del ‘Bisonte de la Pesa’ con la estructura de Unzué también tuvo recientemente una segunda y lógica consecuencia, en la decisión de no renovarle su contrato. Totalmente esperado… y nuevamente sorprendente la escasez de informaciones al respecto: apenas unas letras en las últimas líneas de noticias referidas a otros protagonistas.
Hay que reconocer que algunos medios –sobre todo Diario Montañés– han intentado obtener alguna información relevante acerca del presente y sobre todo del futuro del ciclista cántabro, pero éste no ha querido hacer ninguna declaración, manteniéndose en un anonimato que no le beneficia… pero que hay que entender dado el carácter de Cobo. Pero insisto, lo más preocupante no es el silencio del corredor, sino el poco interés que despierta, tanto desde su faceta deportiva como humana. Y no estamos hablando de un don nadie, sino de uno de los dos o tres corredores con mejor palmarés sin equipo aún para 2014.
Conociendo a Cobo, con el antecedente de su crisis personal en 2011 cuando estuvo a punto de ‘colgar la bici’, y dado el silencio que le envuelve, podríamos pensar que quizás hubieran llegado ya sus últimas pedaladas, que se hubiera hartado definitivamente de este circo y se hubiera retirado discretamente. Y aunque el panorama no es precisamente halagüeño para ningún ciclista español, las noticias no son negativas y el penúltimo ganador nacional de la Vuelta aún se entrena con ilusión, con ganas de ‘revancha’ y confía en poder conseguir un hueco en el pelotón pro para la próxima campaña, aunque ya no sea en un ProTour.
Y eso es podría ser noticia, aunque no lo publiquen los periódicos: ‘Cobo: ni está muerto ni estaba de parranda’