A Eddy Merckx le apodaron El Caníbal por su hambre de triunfo insaciable. El irrepetible belga firmó, a lo largo de su carrera deportiva, una hoja de servicios inigualable, pero eso no impide que cada vez que un corredor joven destaca sobre el resto de su generación se asomen las comparaciones con el más grande de todos los tiempos.
Bien lo sabe Remco Evenepoel, potencial esperanza belga para volver a ver a uno de sus ciclistas en lo más alto del podio de una grande, algo que no sucede desde que Johan De Muynck se llevara el Giro de 1978 (sólo un año después de que Freddy Maertens anotara la última Vuelta y dos después de que Lucien Van Impe lograra el último Tour).
Pero si de hambre, al menos de competición, hablamos, no cabe duda de que Mathieu van der Poel podría ser considerado el corredor con más apetito del actual pelotón. El corredor neerlandés aseguraba ayer que sueña con estar este mismo año en el Tour de Francia gracias al posible aumento de equipos invitados en las grandes vueltas en este 2020.
A principios de esta misma temporada, cuando nada hacia prever que las cosas tomarían el desastroso camino en el que nos encontramos, el corredor de Alpecin-Fenix se dejaba querer por una Vuelta a España que, aunque le deseaba, se veía imposibilitada a la hora de ofrecerle una invitación por el hecho, ya de por sí doloroso, de tener que dejar a uno de los PCT españoles fuera del gran escaparate del ciclismo patrio.
Sin embargo, y pese a que ayer mismo decía que “en las otras grandes no pienso”, algo ha cambiado en estas últimas 24 horas y ahora, en declaraciones realizadas a VTM, Van der Poel reconoce que hacer el doblete Tour-Vuelta “está en mi cabeza, sobre todo ante las nuevas fechas del Tour y la cancelación de los Juegos Olímpicos”.
“Estoy abierto a esa posibilidad de hacer el doblete Tour-Vuelta. Es importante, en ese sentido, saber qué opinan los patrocinadores del equipo ya que este año están viendo un buen pellizco de su inversión echada a perder”, asegura Van der Poel.
La referencia a los patrocinadores no es baladí ya que el hecho de apostar por la Vuelta a España tendría implicaciones importantes en un hombre todoterreno como él. “Escucho todo lo que tengan que decir los patrocinadores y si correr la Vuelta significa que me tengo que perder parte de la temporada de ciclocross, que así sea”.