A sus 26 años, Marc Soler parece haber llegado a su madurez como ciclista. El pasado año disputó, por primera vez en su carrera, dos grandes vueltas en una misma temporada y lo hizo mostrando un gran nivel. En 2020 se quedó sin poder pelear por uno de sus grandes objetivos del año: la Volta a Catalunya.
El parón provocado por la COVID-19 le recluyó en Andorra donde “la mayor parte del tiempo no nos ha quedado más remedio que quedarnos en casa ya que cuando vieron que había riesgo de colapso en los hospitales, se consideró el ciclismo como un deporte de riesgo y no pudimos salir. Aquí, la prioridad fue evitar la saturación [del sistema sanitario] porque es un país pequeño”, asegura en declaraciones a L’Esportiu.
Una situación que, como en España, ya comenzó a cambiar la pasada semana. “Desde el miércoles pasado podemos salir con la bicicleta sin limitaciones. Ya tenemos la libertad de elegir el horario que más nos conviene y salir con más tranquilidad”.
En todo este tiempo, explica Soler –TOP Ciclo 21 sub-26 2017-, “más que mantener la forma, que no puedes hacerlo, tienes que tratar de no perder la masa que ya tenías. Cada día tocaba estar un rato con el rodillo porque no puedes estar completamente parado. Por fortuna, no he estado solo en este confinamiento. Estoy acompañado de mi pareja y de mi perra, lo que me ha permitido salir un poco”.
Ahora toca mirar al futuro y establecer nuevos objetivos. Soler asegura que “lo que queremos hacer es competir para mantener vivo al grupo de ciclistas que conforman hoy en día el pelotón internacional. Si finalmente no se puede correr esta temporada, la mayoría de los equipos lo tendrán muy complicado para seguir”.
En cuanto al nuevo calendario ciclista, el corredor de Movistar piensa que “está bastante bien pensado. Con el tiempo que quedaba había que encontrar la manera de correr la mayor cantidad de pruebas posible”.
En cuanto a su plan de carreras, Soler explica que “mi idea es volver a hacer el Tour y hacer doblete con la Vuelta, pero todavía tenemos que mirar algunas pruebas que no son del World Tour y que todavía no han sido encajadas de forma oficial en el calendario. El Giro, lógicamente, está descartado porque el equipo lo que quiere es estar al máximo en el Tour y la Vuelta. Haremos un bloque de entre diez y doce corredores que nos repartiremos las dos pruebas”.
Enric Mas aparece como uno de los principales líderes (e incógnitas) para esa nueva fase de la competición. Soler asegura que “confiamos mucho en todos los corredores y también en Enric. Ya ha demostrado que es un gran ciclista. Es una pena que haya pasado todo esto esta temporada, cuando tenía que liderar al equipo en algunas pruebas. Volveremos a empezar en verano, pero las garantías de cómo irán las cosas ya no son las mismas”.
Respecto a su propio rendimiento, el corredor catalán echa la vista atrás y confirma que “estoy muy contento de cómo fue el año 2019 en general. Pude acabar dos grandes vueltas a un gran nivel. Es verdad que al final las cosas no acabaron como me hubiese gustado o le hubiese gustado al equipo, pero el nivel y las sensaciones que tuve fueron buenas. Ahora me veo preparado para ser uno de los líderes de Movistar”.
En opinión de Soler, “el Tour se tiene que hacer sea como sea. Hay muchos puestos de trabajo en juego. Si no se disputa, habrá mucha gente que lo pasará mal”.