El regreso del asturiano Dani Viejo (Oviedo, 8 de diciembre de 1997) al pelotón élite y sub-23 se ha visto interrumpido por la crisis sanitaria de la COVID-19. El exciclista del Euskadi-Murias (2019) acumula kilómetros en sus piernas mientras espera noticias sobre cuándo podrá exhibir su potencia con un dorsal a la espalda.
¿Cómo marcha la vuelta a los entrenamientos? Bien, la cuestión es que no se sabe cuando se van a retomar las competiciones. Yo creo que va a ser en agosto. Junio y julio todavía me parecen muy temprano. El fútbol va a marcar la pauta.
Tú que tienes contactos en el campo profesional y en el élite y sub-23, ¿cómo notas que están de moral los ciclistas? Hay incertidumbre. Pongamos un ejemplo: si se celebra el Tour de Francia dicen que se van a realizar test todas las mañanas para ver si algún corredor está contagiado. ¿Qúe pasaría si a falta de cinco etapas para el final el líder diese positivo por Covid-19? ¿Podría o no podría salir? Es un tema muy complejo. Sin tener que irnos al Tour, en nuestras carreras se reúnen 200 ciclistas de toda España. Dormimos en el mismo hotel y corremos juntos durante 150 kilómetros. Poder contagiarte resulta sencillo. Por todo ello, y hasta que no se puedan hacer test a todos los corredores, no sé cómo se va a reanudar nuestro calendario.
Sin fechas concretas para el regreso de las carreras, ¿con qué filosofía te tomas los entrenamientos? Esto es como una pretemporada. Debemos ir acumulando kilómetros con calma. Hay gente que hizo muchísimas horas de rodillo y ahora, al tener que entrenar mucho en carretera durante dos meses, igual llega muy quemada a la competición. Esto es una carrera de fondo y hay que tomársela sin prisa, pero sin pausa. Yo quiero llegar bien a agosto.
¿Eres de los que se adaptan al trabajo sobre el rodillo o de los que no lo pueden ver ni en pintura? No lo puedo ver. Prefiero esforzarme ahora, echando horas en la carretera para perder los kilos que pudimos coger en los 50 días que estuvimos encerrados, que quemarme subido a un rodillo. Hay gente que se ha metido hasta cuatro horas diarias y eso no vale para nada. Es más, incluso dicen que es malo. En el rodillo no simulas lo que sucede en la carretera y te limitas a hacer watios, sin cambios de ritmo y el cuerpo no transpira en una habitación cerrada debido a la falta de ventilación.
¿Tienes alguna ruta preferida para entrenar cuando estás en Asturias? Salgo por la zona de Nava-Pola de Siero y me empiezo a perder por carreteras en las que no hay tráfico. Me da igual una ruta que otra.
¿Qué tal te habías encontrado en las carreras que disputaste antes del parón? Bien, cada vez mejor. La cabeza había empezado a funcionar después del bajón de haberme encontrado sin contrato en el pelotón profesional.
De lo que queda del calendario, ¿qué carrera salvarías si pudiese elegir una? El Gran Premio Macario, es la prueba que más me gusta de la Copa de España por su kilometraje y por un trazado con repechos largos. Sería una buena noticia que se pudiese disputar lo que resta de la Copa. Por lo que estoy viendo va a haber que ser selectivos con el calendario. El corredor que se centre en la Copa no podrá ir a por todas en las vueltas. Hay mucha aglomeración de pruebas porque todo el mundo quiere meter su carrera para que no desaparezca.
Fuente: Club Ciclista Rías Baixas