Aunque todavía no existe confirmación oficial, Palermo parece ser la ciudad elegida para, con una CRI, albergar la Grande Partenza del Giro de Italia 2020. Esta decisión supone, en cualquier caso, sólo el primer (y quizás más sencillo paso) para encarrilar la complicada solución a la ecuación de rediseñar y celebrar la Corsa Rosa.
Tal y como informa el portal italiano TuttoBici, el mayor quebradero de cabeza para la organización sigue siendo el estricto protocolo de seguridad sanitaria que reina en Italia y que prevé la cuarentena obligatoria para todos los miembros de la caravana, ya sean ciclistas o no, en caso de que una sola persona dé positivo en una prueba de coronavirus.
En este sentido, Walter Ricciardi, mano derecha del Ministro de Salud y miembro de la OMS, ha dejado claro que el Giro no será una excepción en la normativa. “No es posible acortar el período de cuarentena, pero se puede encontrar una forma alternativa”, asegura.
La próxima semana, Mauro Vegni y su equipo (según lo previsto por tuttobiciweb) serán recibidos en el Palacio del Viminale, sede del Ministerio del Interior italiano, para tratar de obtener una imagen más amplia y clara de cómo se deberá afrontar la celebración del Giro.
Evidentemente, la primera cuestión que todos desean abordar es si será posible celebrar las salidas y las llegadas de las etapas con público. Así mismo, y ya en clave interna, de esa reunión deberán emerger los protocolos a aplicar en cuestiones como la disposición logística de los equipos y ciclistas y los mecanismos de distanciamiento social que son muy complicados de aplicar al ciclismo.