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Nibali no ha perdido el tiempo durante el parón / © Getty
Con el Giro de Italia en el punto de mira, Vincenzo Nibali aprieta fuerte el acelerador de su puesta a punto para el reinicio de la temporada. El Tiburón se ha sometido a un importante número de pruebas físicas y médicas esta misma semana para conocer su estado real de forma y, así, poder focalizar mejor su trabajo de cara a las grandes citas que todavía están por venir.
El corredor italiano, junto a su compatriota Elisa Longo Borghini, también parte de la estructura del Trek-Segafredo, se encerró en el laboratorio de Mapei Sport junto a su entrenador, Paolo Slongo, que se ha mostrado muy sorprendido por los resultados obtenidos por el ganador de Giro (2013 y 2016), Tour (2014) y Vuelta (2010).
Para Slongo, las pruebasa las que ha sido sometido Nibali no son más que “muy buenas noticias pensando en los objetivos que tenemos en los próximos meses. Vincenzo tiene valores casi idénticos a los que tenía al final de la París-Niza en el mes de marzo”.
Evidentemente, nada de esto es casualidad. Nibali tiene, además del Giro, el Mundial de Suiza entre ceja y ceja y para ello ha estado trabajando duro a pesar del parón provocado por la COVID-19. “Ha estado haciendo un gran trabajo para mantenerse en forma”, asegura Slongo. Además, el preparador avisa de que el corredor italiano sigue teniendo margen de progresión. “Está en el punto en el que tiene que estar para poder seguir mejorando su pico en las próximas semanas”.
Estas pruebas han servido, además de para conocer el estado de forma real en el que se encuentra Nibali, para iniciar un estudio más generalizado del que se va a encargar ese laboratorio de Mapei Sport cuyo responsable, Andrea Morelli, explica que “tenemos mucho interés en comprender mejor qué efectos tiene un periodo de inactividad tan prolongado sobre el organismo de los atletas. Por ello, durante las próximas semanas van a pasar por aquí todos los corredores y corredoras del Trek-Segafredo”.
