Mucho se ha hablado de la compatibilidad entre el BMX y el ciclismo en pista, de lo interesante que puede llegar a ser el bicicross como cantera de velocistas, poniéndose como ejemplo de ello ni más ni menos que a Sir Chris Hoy, o, mejor aún, a su coetáneo Jamie Staff. Sin embargo, donde mejor se plasma esa compatibilidad es en la figura de la también británica Shanaze Reade, campeona del mundo en 2007 y 2008 tanto en BMX como en velocidad por equipos, junto a Victoria Pendleton.
En su biografía se destaca el hecho de que, como junior, compitió habitualmente contra muchachos, lo que le permitió coger bastante fuerza. La pista, en un principio, se la tomó como un entrenamiento para su disciplina principal, pero con apenas seis semanas de entrenamiento tuvo la oportunidad de competir en la Copa del Mundo de Manchester, formando dupla con Anna Blyth –donde logró la medalla de plata, tras las neerlandesas Yvonne Hijgennar y Willy Kanis, otra ‘BMXera’-, y en el Mundial de Palma 2007, como compañera de Victoria Pendleton como reemplazo de última hora de Blyth, lesionada, y subiendo a lo más alto del podio. Unos meses más tarde llegaba su primer oro en BMX.
La temporada 2008 registró éxitos similares, pero en la gran cita de la temporada, los Juegos Olímpicos, se decantó por su disciplina original, pero un cúmulo de accidentes marcó su trayectoria en Pekín, y uno de ellos le supuso incluso no poder terminar siquiera la final.
Reade fue nuevamente seleccionada en 2009 para el Mundial de pista, logrando en Pruszkow la medalla de plata detrás de las australianas Anna Meares y Karlee McCulloch. Pero fue su última aparición en los velódromos a gran nivel. Poco a poco se fue decantando por el BMX, disciplina en la que lograría dos oros más –en 2010 y en 2011, en la nueva disciplina contrarreloj-, aunque volvería a estrellarse contra el objetivo olímpico en Londres 2012, donde era la gran favorita. Se comentó que podría intentar correr como pistard en Río, pero todo quedó en agua de borrajas, para tener una primera retirada-descanso en 2017.
La web del COI nos traía recientemente la historia de la británica, de 31 años, que destacaba como positivo lo que le supuso «ser la primera persona en ganar medallas de oro mundiales UCI en dos disciplinas olímpicas diferentes, en el mismo año», y como negativo el no haber podido ratificar sus éxitos con una medalla olímpica en aquellas dos ediciones, aunque destaca la experiencia: “No muchas personas pueden correr en dos Juegos Olímpicos”.
En 2018 volvió a correr en pista. “British Cycling me invitó a volver al programa de ciclismo, y dije que no dos veces, pero finalmente accedí. Gané el título nacional. Pero como no había corrido Copas del Mundo, no pude ir al Mundial y finalmente el equipo de velocidad no se clasificó para Tokio, por lo que dejé el programa”.
Ahora mismo se encuentra trabajando con un grupo de jóvenes pilotos de BMX de Hackney, Londres, con un objetivo modesto, de sacar a los jóvenes de las calles, en una historia que también se plasmó en un vídeo de Olympic Channel. Quién sabe si alguno de ellos llega a lo más alto en los circuitos… o en los velódromos.
Por cierto, en Países Bajos también hay una interesante cantera: Harrie Lavreysen, Jeffrey Hoogland o Elis Ligtlee también se iniciaron como bicicrossistas.