A Patrick Lefevere se le cruzó hace un par de años el oscuro objeto de deseo de todos los miembros del mundillo ciclista belga y, por qué no decirlo –dado el enorme peso que este deporte tiene en el mundo mediático y publicitario de aquel país–, de una buena cantidad de los mánagers del pelotón World Tour: el corredor que, esta vez con muchos mimbres de poder conseguirlo, puede devolver a Bélgica a lo más alto de las grandes vueltas por etapas y, más específicamente, del Tour.
Remco Evenepoel, pese a esa caída en Il Lombardía que le dejó sin su debut en el Giro de Italia, ha vuelto a dar grandes pasos adelante en su progresión y sigue sin dar pistas sobre dónde puede estar el tope de un corredor que, siempre es bueno recordarlo para poner en contexto sus logros, cumplirá sólo 21 años el próximo mes de enero.
Sin embargo, Evenepoel será también el corredor que produzca los mayores quebraderos de cabeza al máximo responsable del equipo, de nuevo, más laureado del pelotón internacional con sus 39 triunfos, seis más que UAE-Emirates y 16 más que Jumbo-Visma. Porque, al fin y al cabo, si por algo se ha caracterizado Deceuninck-Quick Step (bajo todas las denominaciones anteriores que ha acumulado en sus ya más de dos décadas de andadura) es por su clara apuesta por las clásicas y la acumulación de victorias parciales, mirando de lado, cuando no ignorando, la pelea por las generales en las tres semanas.
[BLACK FRIDAY POLAR]Por ello, Lefevere se enfrenta ahora a una decisión que hace saltar todos los resortes lógicos del cerebro: cambiar lo que funciona. No será la próxima temporada –seguirá toda la plantilla salvo Jungles y únicamente llegará Josef Černy–, pero el mánager belga ya ha explicado en más de una ocasión que, efectivamente, sus planes de futuro a corto-medio plazo pasan por construir un potente bloque vueltómano alrededor de Evenepoel.
Y todo, insistimos, en una temporada en la que, pese a todo lo que ha sucedido, su equipo ha vuelto a ser el más laureado del año, aunque, eso sí, se les escaparon las grandes clásicas adoquinadas, donde sólo mojaron en la Flecha Brabante y los Tres Días Brujas-De Panne.
El arranque del Wolfpack fue fulgurante, sumando triunfos en las cinco primeras citas del año. A las victorias en la Race Torquay (1.1) y la Cadel Evans Great Ocean Road Race (1.WT) hay que sumar una etapa en el Down Under (2.WT), tres triunfos parciales y la general en la Vuelta a San Juan (2.Pro) y una etapa en la Volta a Catalunya (2.WT). Así, antes de llegar al parón coronavírico los de Lefevere ya se habían anotado 14 victorias, destacando, por el insultante dominio demostrado, la Volta al Algarve (2.Pro) y la Kuurne-Bruselas-Kuurne (1.Pro) del fin de semana inaugural belga, siempre un buen presagio de cara a las citas primaverales de un día que este año no fueron.
El drama de las caídas
Pero no todo han sido alegrías en el Wolfpack. El drama, que estuvo cerca de convertirse en una noticia luctuosa, llegó en la primera etapa de la Vuelta a Polonia cuando sucedió lo de Groenewegen y Jakobsen. Un incidente, otro de tantos de los que ocurren durante la disputa de un sprint, que el nivel de los implicados, las consecuencias de la caída y las incendiarias declaraciones cruzadas posteriores –con un Lefevere desatado– convirtieron en uno de los grandes momentos de la temporada y cuyo primer capítulo ha terminado con nueve meses de sanción para el sprinter de Jumbo-Visma y un Jakobsen que, por el momento, parece difícil que vaya a ser recuperable para el ciclismo y que, dadas las circunstancias, evoluciona favorablemente de sus múltiples lesiones y operaciones posteriores.
Todavía no nos habíamos recuperado de ese susto cuando en Il Lombardía Evenepoel desapareció del asfalto cayendo por el lateral de un puente en una caída que, de nuevo, podría haber tenido consecuencias fatales a poco que el joven belga se hubiese salido sólo unos metros más adelante.
El diagnóstico, fractura de pelvis, no sólo daba al traste con lo que restaba de temporada –incluido su debut en el Giro–, sino que, en un guiño perverso de la historia, abría otra similitud entre el joven corredor del Wolfpack y el más grande de todos los tiempos con el que odia que se le compara: Eddy Merckx.
Qué hacer con Almeida
Si le preguntamos a Lefevere por ello, seguramente sonría y piense hacia sus adentros aquello de bendito problema el que me planteas. La ausencia de Evenepoel en el Giro de Italia sirvió para que Joâo Almeida, otra de esos diamantes en bruto que guarda el Wolfpack en su seno, se mostrara en todo su esplendor. El portugués, de 22 años recién cumplidos, tiene, como Evenepoel, un enorme campo de progresión ante él y, aunque ya había dado muestras en el pasado de que su futuro iba a ser brillante (pese a que su palmarés profesional sigue a cero), puede haber obligado con su actuación a acelerar los planes de Lefevere.
Ahora, el belga no sólo tiene a su compatriota como aspirante a todo en el mundo de las tres semanas, sino que tiene la excusa perfecta, con Almeida, para convencer a los que puedan ser todavía reticentes, para justificar el giro que necesitará su escuadra si quiere brilla en el gran fondo. Con el dúo Evenepoel-Almeida se despejan muchas dudas, pero también aparecen otras que, sobre todas las cosas, se resumen en una pregunta: ¿podrá Lefevere mantener el espíritu solidario del Wolfpack cuando el punto de mira se gire hacia las grandes vueltas?
La cuestión tiene más aristas de las que parece a primera vista. Durante años hemos visto a los corredores de Deceuninck-Quick Step, incluso a sus más rutilantes estrellas, sacrificar sus propias opciones a favor de un compañero. Esa actitud es, sin duda, más fácil de instalar en un equipo que pelea por carreras de un día o victorias parciales porque todos saben que a lo largo del año tendrán opciones suficientes para brillar.
Pero en una temporada sólo hay tres grandes vueltas y, por lo tanto, el retorno del favor no siempre está garantizado. Además, en 21 días pueden pasar muchísimas cosas y, por muy bueno que se pueda ser, tener una gran vuelta a tiro no siempre garantiza que en el futuro se vaya a tener una oportunidad similar (que se lo pregunten a Steven Kruijswijk).
Sea como fuere y, sobre todo, teniendo en cuenta lo que ha dado de sí este año, la temporada de Deceuninck-Quick Step sólo puede calificarse con un sobresaliente (para la matrícula de honor faltaría un Monumento). Ahora, con los mismos mimbres que en 2020, la próxima temporada debería suponer la primera de ese nuevo equipo que, en poco tiempo, debería de arropar a Evenepoel en escenarios hasta ahora desconocidos.
Balances anteriores: Ag2r-La Mondiale / Astana / Bahrain / Bora / CCC / Cofidis
VICTORIAS 2020 (39)
Nº | Carrera | Cat. | Ganador |
39 | 2.WT | Sam Bennett | |
38 | 1.WT | Yves Lampaert | |
37 | 1.Pro | Julian Alaphilippe | |
36 | CN | Kasper Asgreen | |
35 | 2.WT | Sam Bennett | |
34 | 2.1 | Jannik Steimle | |
33 | 2.1 | Jannik Steimle | |
32 | 2.WT | Sam Bennett | |
31 | 2.1 | Andrea Bagioli | |
30 | 2.1 | CRE | |
29 | 2.WT | Julian Alaphilippe | |
28 | 1.1 | Florian Sénéchal | |
27 | CN | Kasper Asgreen | |
26 | CN | Rémi Cavagna | |
25 | CN | Bob Jungeles | |
24 | 2.Pro | Sam Bennett | |
23 | 2.WT | Remco Evenepoel | |
22 | 2.WT | Davide Ballerini | |
21 | 2.WT | Remco Evenepoel | |
20 | 2.1 | Andrea Bagioli | |
19 | 2.WT | Fabio Jakobsen | |
18 | 2.Pro | Remco Evenepoel | |
17 | 2.Pro | Sam Bennett | |
16 | 2.Pro | Remco Evenepoel | |
15 | 1.1 | Fabio Jakobsen | |
14 | 1.Pro | Kasper Asgreen | |
13 | 1.Pro | Rémi Cavagna | |
12 | 2.Pro | Remco Evenepoel | |
11 | 2.Pro | Remco Evenepoel | |
10 | 2.Pro | Remco Evenepoel | |
9 | 2.Pro | Fabio Jakobsen | |
8 | 2.Pro | Shane Archbold | |
7 | 2.Pro | Fabio Jakobsen | |
6 | 1.WT | Dries Devenyns | |
5 | 2.Pro | Remco Evenepoel | |
4 | 2.Pro | Zdenēk Štybar | |
3 | 1.1 | Sam Bennett | |
2 | 2.Pro | Remco Evenepoel | |
1 | 2.WT | Sam Bennett |
Mejor clasificado Giro: João Almeida (4º)
Mejor clasificado Tour: Julian Alaphilippe (36º)
Mejor clasificado Vuelta: Mattia Cattaneo (17º)