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Flandes fue su peor recuerdo en 2020 / ©Getty
Wout Van Aert (Jumbo-Visma) ha sido uno de los corredores más destacados del recién cerrado 2020 ciclista. A punto de retomar la competición en la categoría que le lanzó el estrellato, el ciclocross, el corredor belga apura sus últimos entrenamientos en la zona de Girona antes de poner rumbo a Bélgica para debutar en el barro el próximo día 28 de noviembre en Kortrijk y, más adelante, vérselas por primera vez con Van der Poel en Herentals, su pueblo natal, el 23 de diciembre.
Seis triunfos contemplan su palmarés rutero en la ya pasada temporada. Entre ellos, claro, destacan, además de dos etapas en el Tour de Francia, la Strade Bianche y la Milán-Sanremo, los dos momentos que, tal y como reconoce en una entrevista concedida a Het Laatste Nieuws, son sus dos mejores recuerdos de 2020. “Es difícil elegir entre esas dos carreras. Eran las dos primeras competiciones después de un largo parón y todos llegábamos con muchas dudas sobre cómo seríamos capaces de rendir. En realidad, esos resultados llegaron de forma algo inesperada. Para mi, esa semana fue la mejor del año”, explica.
En el otro lado de la balanza, el corredor belga considera que “he tenido pocos momentos malos este año. Por supuesto, las dos derrotas mundialistas y en la Vuelta a Flandes me dejaron mal sabor de boca. En el Mundial me superó un rival que fue claramente superior, pero en la Vuelta a Flandes estuve muy cerca. Por ello, si tengo que elegir un mal recuerdo de esta temporada diré que es la Vuelta a Flandes porque vi la victoria muy cerca. Los primeros días después de esa carrera no dejé de darle vueltas sobre qué podría haber hecho de otra forma para cambiar el resultado. La verdad es que me costó superar esa decepción”, reconoce.
Siguiente estación, el ciclocross
“Estoy deseando que llegue el momento de volver a medirme con Mathieu [van der Poel] en el ciclocross”, reconoce el corredor de Jumbo-Visma. “Seguro que no será fácil. Todo el mundo sabe la habilidad que tiene Mathieu sobre una bicicleta… incluso cuando tengo buenas piernas me resulta complicado mantenerme cerca de él. Pero eso no quiere decir que me dé por vencido. En los últimos años me he podido dejar ver muy poco en el ciclocross por distintas circunstancias, lesiones o un bajo estado de forma. Mi objetivo sigue siendo estar en mi mejor forma en el ciclocross”, asegura Van Aert.
En cuanto a su calendario, Van Aert explica que “he tomado la decisión de volver a la competición lo antes posible. Lo que es seguro es que no estaré en mi mejor forma en las primeras carreras. Ahora afrontaré un bloque de tres carreras para volver a los entrenamientos que me permitan estar, o eso espero, en mi mejor versión en el periodo de Navidad”.
Pese a que este año, salvo que se produzcan cambios en su programa, sólo correrá ocho pruebas en el barro, Van Aert, como Van der Poel, es uno de esos corredores para el que el término vacaciones no tiene mucho sentido. El propio ciclista reconoce que “a veces me pregunto qué me estoy haciendo a mi mismo al diseñar un programa de carreras tan apretado aunque, por otro lado, muchos ciclistas tienen sus objetivos en febrero o en algún punto de la primavera y eso, al menos para mi, es demasiado tiempo. No puedo esperar tanto. Esto me mantiene en forma”.
