Alex Aranburu progresa con el ruido de los números y los titulares de sus logros
Estos días de primavera belga e italiana, estamos perplejos por el crecimiento de Alex Aranburu. El joven guipuzcoano ya se ha metido en la lucha de piezas tan complicadas como etapas una Tirreno cotizadísima o el podio de la Het Nieuwsblad.
Añadidle esto a su su top ten en la última y calurosa Milán-Sanremo para tomar en consideración el progreso de uno de los mejores ciclistas españoles para las grandes clásicas.
Un crecimiento que Alex Aranburu está cuajando con 25 primaveras y con los monstruos Van der Poel, Van Aert y Alaphilippe a su vista.
En su campaña inmediata no figuran, para nuestra sorpresa, las clásicas flamencas, pero sí otras pruebas en las que ilusiona saber qué puede hacer, tipo Amstel o el mismísimo Tour de Francia.
Su palmarés no hace justicia a lo mucho y bien que ha evolucionado el ciclista de Astana, pero ojo atención, por que todos los pasos de Alex Aranburu van en la misma dirección, y la victoria, esa que tanto se le resiste, parece cada vez más cerca.
Le vale, por lo que vemos, una muy buena que media docena de las otras y eso habla del carácter ganador de este tranquilo y humilde corredor que progresa con el ruido de los números y los titulares de sus logros.
Podcast disponible en El Cuaderno de Joan Seguidor