Kasper Asgreen habla del mejor momento de su carrera al recordar su éxito en la Vuelta a Flandes 2021. El danés consiguió el domingo su mayor victoria como profesional, imponiéndose a la competencia de los más fuertes en los adoquines. En concreto, el corredor del Deceuninck-Quick-Step -el equipo con más victorias UCI en 2021- superó primero a Wout Van Aert (Jumbo-Visma) en el paso final por el Viejo Kwaremont y luego se impuso sorprendentemente a Mathieu Van der Poel (Alpecin-Fenix), que fue el iniciador de la aceleración en el sprint final, en un mano a mano entre dos hombres en el que el neerlandés era el claro favorito. Así, el joven danés de 26 años pudo celebrar la primera clásica monumental de su carrera, conseguido sólo en su tercera temporada como profesional.
Asgreen explica así sus sensaciones. «Es increíble, ha sido la carrera de mis sueños desde que empecé a seguir el ciclismo. Siempre he tenido un amor especial por las clásicas de la primavera. Para mí Flandes es la carrera más bonita y ser el segundo danés que la gana es increíble. Rolf Sørensen, que lo ganó antes que yo -hace 24 años-, me llamó durante la semana y me dio algunos consejos. Me dijo que creía que un día podría alcanzar el éxito. Obviamente, cuando un antiguo ganador te llama y te lo dice, ganas mucha confianza«.
El día no fue del todo sencillo. En la primera parte de la carrera, Asgreen se vio involucrado en una caída. «Tuve suerte con la caída, conseguí parar cuando los de delante se fueron al suelo. Sin embargo, en ese momento me chocaron por detrás y me caí. Pero fue un aterrizaje bastante suave, no fui directamente al asfalto. Si tenía que pasar, fue la mejor manera. Entonces Tom Steels (director deportivo) vino rápidamente con una nueva bici y pude volver pronto. El momento clave fue en el Taaienberg, cuando el grupo con Julian (Alaphilippe) y conmigo atacamos. A partir de ahí pudimos jugar un poco, él atacó y luego yo contraataqué y me fui con Mathieu y Wout. Creo que todo el equipo ha hecho un gran trabajo y estoy muy contento de haber podido terminarlo».
Llegado al momento del sprint final subraya cómo quiso plantear la llegada con el favorito Van der Poel. «Justo antes del último kilómetro me pasó Mathieu. En ese momento Tom (Steels) me dijo por radio que teníamos una ventaja de 35» sobre el grupo perseguidor. Sabía que teníamos un hueco para jugar y podía permitirme bajar la velocidad. Así que decidí quedarme a la rueda de Mathieu, para tener el control total de cuándo se iniciaría el sprint. Sabía que tenía que hacer un sprint largo, es lo que más me conviene. Puedo mantener el esfuerzo durante mucho tiempo pero no tengo el mismo sprint que él. Después de 100/150m seguía acelerando en mi sprint. Iba más rápido que él, y luego él paró».
«Me alegré mucho de que funcionara. He estado trabajando en ello todo el invierno con los entrenadores y el equipo. Mi forma llegó en el momento justo. Quiero dar las gracias a todos. Me sentí bien las últimas semanas antes de la carrera, tenía confianza. Todos esos meses de duro trabajo te vienen a la mente en los últimos diez metros de la carrera y piensas: «¡Ha funcionado!«. Eso es todo lo que se me ocurrió en ese momento», sentencia el último ganador en Oudenaarde.