Ciclo21 Portal de ciclismo
Estado del coche del atropello en Otsondo
El final del estado de alarma ha provocado un repunte en las cifras de tráfico de todas las carreteras españolas y, con él, el dramático aumento de los atropellos mortales sufridos por ciclistas en esas mismas vías.
Especialmente luctuoso ha sido el pasado fin de semana en el que tres personas han perdido la vida a manos de conductores que, en dos de esos tres casos, se dieron a la fuga.
La bicicleta de uno de los atropellados
El primero de esos hechos sucedió en la turística localidad alicantina de Benidorm donde un ciclista de 61 años falleció atropellado por un vehículo en la mañana del domingo en el kilómetro 148 N332.
Los hechos sucedieron sobre las 12:50 horas del domingo, desplazándose hasta el lugar del accidente una unidad del SAMU cuyo equipo médico sólo pudo confirmar el fallecimiento de la víctima debido a las heridas sufridas tras haber sido arrollado. Se ha abierto una investigación para esclarecer la causa del atropello ya que sucedió en un tramo recto de la vía.
Sólo unas horas más tarde, en la tarde de ese mismo domingo, un conductor mató a un ciclista francés de 31 años en la localidad de Batzan para, posteriormente, darse a la fuga.
La Policía Foral, en colaboración con la Policía Nacional, detuvo horas después a un vecino de Urdax, J.M.I.B, de 44 años, que arrojó una tasa penal en alcohol y al que se le imputan tres delitos: homicidio por imprudencia grave, conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas y abandono del lugar del accidente.
Tan fuerte fue el impacto que la bicicleta de la víctima quedó colgada de un árbol junto a la calzada, a unos 10 metros de altura.
Patxi Jiménez, la víctima de Toledo
Por fortuna, gracias a información recopilada en la zona, que indicaba que el turismo implicado podría ser un Audi o similar de color oscuro, los agentes pudieron desplazarse hasta el domicilio del sospechoso, en Urdax, donde fue detenido. El homicida había escondido previamente su vehículo en una pista forestal de Otsondo, con la luna frontal destrozada y graves daños materiales en el frontal y en el techo, y se había desplazado a pie hasta su casa.
En las pruebas etilométricas realizadas al detenido, este arrojó una tasa superior a 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, lo que supone una tasa penal. Al detenido no le constan antecedentes penales, pero en su expediente figuran cuatro denuncias por infracciones graves y muy graves de tráfico en los últimos meses.
Ya el lunes se produjo otro atropello, esta vez en Toledo, cuando Patxi Jiménez, de 52 años, fue arrollado por un vehículo en la CM-40 por un conductor que huyó de la escena, aunque la Guardia Civil lo localizó poco más tarde.
Según los primeros indicios de la investigación, en el lugar de los hechos se aprecian huellas de frenada y se baraja que el turismo pudo invadir el arcén por donde el ciclista circulaba.
