Haimar Zubeldia y Markel Irizar se han convertido en dos veteranos que han optado por llevarse la familia con ellos a climas cálidos para poder entrenarse en determinadas épocas del año. Se han convertido en trashumantes. En los próximos tres meses estarán como mucho quince días, y no seguidos, en su entorno particular, en sus casas.
Hace poco más de una semana, junto con el preparador físico Josu Larrazabal, cogieron un coche para trasladarse hasta Albir (Alicante), entre Benidorm y Altea, donde están concentrados hasta el día 22 con el Trek. «Vamos en coche porque tenemos que llevar la bici de carretera y la de contrarreloj. Al final es más cómodo que ir en avión», señala Haimar, que ha comenzado su decimoséptima temporada, después de cubrir 36.000 kilómetros y 75 días de competición en 2013. «Acabé de correr en el Giro de Lombardía y estuve cuatro semanas sin tocar la bicicleta para nada. Cogía algunos días la mountain-bike y he andado a pie. En una palabra, mantenimiento. Me gusta pasar ese tiempo sin hacer nada. Algún fin de semana he salido por ahí con la familia, pero he andado por casa».
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