Los días que han seguido al cierre de la Vuelta a España nos han obsequiado con serial corto en el tiempo, pero curioso en su planteamiento, sobre la salida de Egan Bernal de Ineos.
Primero se publicó que el ganador del Giro no está contento en el equipo, luego que Chris Froome le tiró los tejos para ir al Israel y finalmente un artículo en el que el famoso agente Acquadro desmiente todo.
Sea verdad lo primero, sea verdad lo segundo, sea cierto lo que dice el agente, lo cierto es que ahora mismo, en este preciso momento, no concibo Egan Bernal fuera del Ineos.
El colombiano en gran medida, Richard Carapaz también en la suya, ha logrado cambiar el cliché del equipo más rico del mundo.
Habituados a correr como un rodillo, ejecutar vatios en la carretera y contar con un líder de la solvencia de Froome, el equipo inglés supo hace tiempo que así, aburriendo a las ovejas, iba a cosechar un palmarés igual de grande que la bola de antipatía en la gente.
Una cosa es ganar, buscar el resultado, otra es hacer del aplastamiento la norma.
Artículo completo en El Cuaderno de Joan Seguidor