Para tipo curioso dentro del pelotón ciclista: Sepp Kuss. Lo decimos sin ambages, cómo hemos disfrutado el ratillo que han pasado juntos Sepp Kuss y David de A Pie de Puerto, en las charlas de La Vuelta.
Un rato lleno de ciclismo, pero también de vida, experiencias, gustos, aficiones y debilidades, por que si una cosa no esconde Sepp Kuss es pasión por lo que le gusta en la vida.
Iríamos de los chuletones a su querencia por los puertos catalanes, en especial el Berguedà y ese Pradell del que todos me hablan, pero nos centramos en el ciclista que entra en un mundillo absolutamente internacional, que traza su camino hasta lo más alto y demuestra que, como en su día hablamos con Íñigo Elosegui, ahí hay muchas más cosas que bicicletas y tíos flacos buscándose la vida.
Sepp Kuss es una de las caras más reconocibles de la elite ciclista.
Su palmarés no es abultado y no hace justicia a su peso en carrera, sin embargo cuando gana, deja huella: chocando las manos en la llegada del Acebo, Vuelta 2019, y llegando en solitario a Andorra, tras desprenderse de Alejandro Valverde en la subida final.
Kuss no esconde su admiración por el murciano y por los otros dos con los que más ha coincidido, aunque haya pasado un tiempo desde sus últimos duelos, Purito y Contador y recuerda sus raíces del BTT -un saludo para quienes siguen pensando en la carretera como un territorio exclusivo e inalterable-.