Redacción / Ciclo21
Al retirarse de la competición tras una brillante carrera ciclista profesional de nueve años, Anna van der Breggen se merece, con razón, bajar el ritmo y tomarse las cosas con calma. Pero no lo está haciendo. Apenas seis semanas después de competir en su último Campeonato del Mundo de Carretera de la UCI, la ciclista holandesa de 31 años estuvo en la sede de la UCI en Aigle, Suiza, en un curso de una semana para directores deportivos.
El mes que viene viajará con el conjunto SD Worx para una concentración de final de temporada, no como una de las ciclistas, sino cumpliendo su nueva labor en el equipo, junto al que fue su propio director deportivo, Danny Stam. «Como corredora, llegas al campo de entrenamiento y todo está organizado. Ahora tengo que organizarlo yo«, bromea la triple campeona del mundo y campeona olímpica de 2016. «En realidad estoy más ocupada que cuando era ciclista en esta época del año. Pero no quería hacer una pausa larga. Estoy entusiasmada con este nuevo trabajo y quería ponerme en marcha enseguida«.
Anna van der Breggen fue una de los 84 directores deportivos que participaron en el curso de una semana de duración en el Centro Mundial de Ciclismo de la UCI, que finalizó el 12 de noviembre con un examen. El personal de la UCI y del Centro Mundial de Ciclismo de la UCI, así como expertos externos, impartieron sesiones sobre una amplia gama de temas, como la administración de equipos, la seguridad de los corredores, los reglamentos técnicos, la lucha contra el dopaje, la gobernanza de la UCI y los órganos judiciales.
«Ha sido muy bueno. Como ciclista no conoces todas las reglas. No necesitas conocerlas. Ahora que he hecho este curso me siento más competente y tengo más conocimientos. También ha sido estupendo conocer a tantos directores deportivos de equipos masculinos y femeninos. Para mí, cuando empecé a practicar el ciclismo, el director deportivo era la persona que lo sabía todo. Siempre intenté hacerlo bien para él. Es alguien que te ayuda a centrarte en ser una buena ciclista».
Anna van der Breggen se encontrará dando consejos a mujeres que la temporada pasada fueron sus compañeras de equipo. Una situación que tiene sus ventajas e inconvenientes: «Las conozco muy bien, como ciclistas pero también como personas. He hecho toda mi carrera con algunas de ellas, como Amy Pieters. Entiendo que pueda ser extraño para ellas. De hecho, les pregunté a Amy y a Christine Majerus antes de decir que sí y me dijeron que lo hiciera. Ayudaré a estas chicas, pero desde luego no les diré cómo tienen que hacerlo. Será más fácil con los miembros más jóvenes del equipo. Pero sé que confían en mí y me dirán si algo va mal«.
La serenidad y la seguridad en sí misma rezuman en Anna van der Breggen, que decidió dejar el ciclismo de competición en la cima de una carrera que la ha llevado a ganar tres medallas olímpicas, nueve medallas en los Campeonatos del Mundo de la UCI e innumerables victorias en el UCI Women’s WorldTour, incluida la clasificación general individual en 2017. «Es una decisión que he tomado. Llevaré mi bicicleta a las concentraciones y cuando me canse podré subirme al coche. Creo que será un alivio, sobre todo cuando haya que volver a subirse a la bici y volver a hacerlo una y otra vez. El ciclismo fue una parte muy buena de mi vida. Me ayudó a crecer. Ahora soy una persona totalmente diferente a cuando empecé. Estoy más segura y feliz con las decisiones que he tomado».
A Anna van der Breggen le resulta difícil señalar un punto culminante de su carrera. Su noveno puesto en el Tour de Flandes al principio de su carrera fue tan satisfactorio y emocionante como las victorias como una de las estrellas consolidadas del ciclismo unos años después: «Es importante ser feliz con lo que haces. Solía sentir mucha presión, expectativas de los medios de comunicación y de los equipos, pero luego aprendí que es así. Sólo tienes que aceptarlo y ser feliz«. Habiendo encontrado esa felicidad y serenidad, Anna van der Breggen espera poder trasladarla a sus ciclistas: «Hay que conocer a lss corredoras y decirles lo correcto. La preparación mental es tan importante como la física. Todo el mundo es diferente y nuestro trabajo es hacer que sea un solo equipo. Es una gran responsabilidad y haré mi trabajo lo mejor que pueda».