Javier Guillén, director de la Vuelta a España, será el encargado de recoger el galardón al Mejor Evento en los Premios Ciudad de la Raqueta que se celebran el próximo 13 de diciembre. Sobre la concesión del premio a la Vuelta, explicó que “siempre lo digo, todos los premios son bienvenidos. Nos encanta que nos den el premio. No deja de ser un reconocimiento al año 2020, que fue extraordinariamente duro. Fue la Vuelta más complicada de organizar de cuantas hemos hecho hasta el momento”.
-En medio de una pandemia de covid-19, la Vuelta 2020 se celebró y con un gran éxito deportivo y sanitario, sin positivos entre los corredores. ¿Fue casi un milagro que se pudiera celebrar?
-La edición de 2020 fue muy complicada poder hacerla. Éramos muy pocos los que pensábamos que podíamos terminarla. La diferencia con el Giro y el Tour, que se pudieron celebrar antes, fue que estábamos inmersos en la segunda ola de covid. Cuando comenzó el 20 de octubre, el pico de infectados estaba subiendo exponencialmente y con muchos territorios cerrados perimetralmente. Estuvimos 25 días en una burbuja. Viéndolo en perspectiva, tuvo mucho mérito lo que hicimos. Pusimos en marcha un control de test muy exhaustivo. Con la burbuja perfectamente confeccionada, llegamos a Madrid sin más problemas. Sin positivos de carrera. Además, es justo reconocer que fue una gran vuelta deportivamente hablando, con gran competitividad, con una gran batalla Roglic -Carapaz hasta el final, pero el reto era terminar. Los corredores estaban todo el día juntos, en ciudades diferentes cada jornada. Creamos compartimentos estancos. Se hicieron muy bien las cosas.
-En 2009 asumió la dirección de la Vuelta a España. ¿Cómo ha evolucionado la carrera en todos estos años?
-Yo creo que la Vuelta es la carrera de entre los tres grandes, con mayor identificación. Hemos potenciado la personalidad de la carrera. Todo el mundo sabe lo que se va a encontrar y que va a haber emoción hasta el final. Pienso que aprovechamos muy bien los rasgos geográficos de España y, además, tenemos una gran proyección internacional. Es el evento completamente español con más presencia internacional, con más de 190 países siguiendo las emisiones y más de 400 millones de espectadores.
-Hace unos meses, defendió en una entrevista que la Vuelta ya es la segunda carrera en importancia, solo superado por el Tour de Francia…
-Lo que sí que digo es que la Vuelta es la que más ha crecido de las tres y hoy por hoy ahí están los datos. El Tour es el mayor evento del mundo que se celebra en un periodo corto de tiempo. El Giro tiene más tradición que nosotros porque es más antiguo pero la Vuelta es la segunda carrera.
-La Vuelta ha logrado algo que parecía imposible, influir en el Tour de Francia, que ha copiado ideas en el diseño de la carrera. Un aval muy importante para el modelo que defiende la Vuelta…
-Yo creo que más que copiar, nos inspiramos unos en otros. Hemos introducido esa estructura con finales con picante que está funcionando muy bien. Somos una carrera que mira al cielo desde el inicio. Preferimos una cuesta a un sprint. La épica de este deporte está en la montaña. Si esto sirve de inspiración a los demás, me parece bien.
-Giro y Tour cuidan mucho su leyenda. ¿Es una asignatura en la que tiene que trabajar la Vuelta para seguir subiendo escalones?
-Todo lo que sea profundizar en la leyenda y en la historia de la carrera es muy importante. Al tener menos historia que el Giro y el Tour quizá tengamos ahí una dificultad, aunque en el palmarés de los últimos años, están los grades dominadores de este deporte como Froome o Contador o más actualmente, uno de los grandes dominadores como Roglic, que ya ha ganado dos ediciones. Nosotros tenemos contribuir a construir esa leyenda.
-¿Es la Vuelta un gran embajador de España?
-Al final, somos una plataforma de comunicación, que tiene algo tan importante y maravilloso en este deporte como es que nuestro escenario es la vía pública durante muchos kilómetros. España es un país bellísimo y lo que tenemos que encargarnos es de cuidar las imágenes para hacerla llegar en su dimensión verdadera. Aquí tengo que dar las gracias a RTVE, que cuida mucho la realización.
-Una de las principales características de la Vuelta es la labor de scouting en la búsqueda de nuevos finales de etapa. ¿Cómo se hace esa labor?
-Recibimos mucha información. A partir de ahí, establecemos una serie de parámetros para ver si el puerto tiene interés o no y luego lo vamos a ver. Cada año nos gusta tener alguna novedad, aunque cada vez es más difícil. Cada edición buscamos alguno nuevo. En los últimos diez o doce años, hemos tenido más de 30 llegadas distintas. España tiene posibilidad de hacer montaña en cualquier punto cardinal a diferencia de Francia o Italia, que tiene sus grandes puertos muy concentrados. Pero lo que tengo claro es que los puertos se recuerdan por la batalla deportiva que puede haber en ellos. Ya tenemos tantos puertos como los demás, pero la leyenda en un puerto se hace a base de insistir en él y de qué pasen cosas en sus rampas.
-Después de muchos años en los que parecía que eso no era así, es ¿la Vuelta ahora mismo una prioridad para los grandes ciclistas?
-Ahí está la participación en los últimos años. Es una combinación de la necesidad que tienen los corredores de gana más cosas y también del prestigio de la carrera. Es una carrera dura y emocionante, pero también divertida de correr
-¿Cómo será el futuro de la carrera?
-Yo espero que la Vuelta siga profundizando en su personalidad, que tenga cada vez más proyección internacional. Auguro a la Vuelta el mismo futuro que al ciclismo en ruta. Cada vez monta más gente en bici. Queremos seguir siendo los mismos, pero variando todos los años.
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