Redacción / Ciclo 21
«Hacer doblete en la misma semana significó mucho para mí, porque dos años antes había conseguido un par de victorias de etapa en mi debut en la Vuelta, y el momento de repetir esa hazaña fue especial. El final fue muy agitado ese día en La Manga del Mar Menor, con los esprinters y los equipos de la general luchando por la posición, pero una vez más tuve un equipo fantástico a mi alrededor y eso marcó la diferencia. Fue una victoria importante también porque me permitió recuperar el maillot verde, lo que supuso una importante inyección de confianza en ese momento».
«La tercera y última victoria fue la más trabajada. Algunos equipos presionaron mucho en las pequeñas colinas de los últimos 40 kilómetros y me quedé descolgado, pero saber que podía confiar en mis increíbles compañeros de equipo me permitió mantener la calma y me trajeron de vuelta, asegurándose de que estaba donde tenía que estar para los últimos 15 kilómetros, en los que había más obstáculos. Al final, lo conseguí y fue una doble celebración. Conseguí la etapa en el día de mi cumpleaños y al mismo tiempo me llevé la victoria para los chicos en ese hermoso y memorable día».
«Pero mi mayor triunfo fue terminar la carrera en Santiago de Compostela, algo que nadie hubiera creído en el verano de 2020…». Un triplete de etapas y el maillot verde es algo que nunca habría soñado al principio de la carrera, un logro que fue posible con la ayuda de mis compañeros de equipo. Estuvieron conmigo en todo momento: en las subidas, en los descensos, en el valle… se dejaron la piel por mí y les estoy increíblemente agradecido. El maillot verde que me llevé a casa representa al ‘Wolfpack’ y nuestra fuerte conexión».