El bloque transandino del Continental UCI PinoRoad se reunió este fin de semana en las inmediaciones de Santiago de Chile para realizar una toma de contacto y una serie de pruebas destinadas a determinar el nivel físico de los ciclistas del equipo.
El preparador físico de PinoRoad, Edgardo Opazo, lo tiene claro: “El inicio tiene que ser una evaluación”. Para ello, planificó dos días que sirvieran de piedra de toque para los nueve corredores chilenos a la par que rompieran el hielo entre estos y el cuadro técnico del conjunto, encabezado por el mánager Juan Pablo Pino y conformado por el masajista José Andrés Garrido Párraguez y el propio Opazo, reputado experto en rendimiento humano y docente en la escuela de kinesiología de la Universidad de Chile.
“El sábado el planteamiento fue relajado”, explica el preparador. “Nos montamos en la bicicleta junto a los corredores en la primera parte del entreno; charlamos, nos conocimos, constatamos de primera mano sus intereses y objetivos de cara a la temporada. Después nos subimos al coche y en un momento dado les dimos rienda suelta para dar lo mejor de sí mismos. Impresionaron particularmente los hermanos Mansilla, que descolgaron al resto y desarrollaron un esprín a 70 kilómetros por hora”.
Si aquel fue el turno de los rodadores, el domingo fue el terreno de los escaladores. “Nos fuimos a Farallones. Se trata de un puerto de algo más de 30 kilómetros. Los primeros 15 son suaves y suben apenas 500 metros, por lo que se afrontaron en grupo como calentamiento; de ahí a la cima se ascienden 1100, y los corredores pudieron expresarse con libertad. El primero en coronar fue el ‘Lobo’ Burmann, seguido de Pedro Palma”.
Sin embargo, no es este resultado lo que más interesa a Opazo. “Antes de competir, procedimos a medir la altura y peso de todos los corredores. Con el esfuerzo de la segunda parte de Farallones, aproximadamente una hora, podemos comprobar la potencia promedio de todos los corredores y saber cuál es el punto de partida en una temporada en la cual todos deben progresar”. Para alcanzar ese objetivo dispondrán de la supervisión y asistencia de los mejores profesionales en un año que se antoja ilusionante no solo para PinoRoad, sino para todo el ciclismo chileno. Esta concentración es sólo el inicio».