El santuario de Arrate ha puesto un año más punto final a una Vuelta al País Vasco de mucho nivel que no se ha decidido hasta los metros finales. El líder hasta el día previo, Remco Evenepoel, sufrió en la última ascensión, tras haberse desgastado en un descenso previo en solitario, y no pudo salvar el amarillo. Con la clasificación en un pañuelo, el colombiano de INEOS, Daniel Felipe Martínez, endureció la carrera y logró el triunfo final. Se trata de su segunda general en una prueba de una semana, tras la victoria en el Dauphiné de 2020.
El último triunfo de etapa volvió a quedar en manos de un ciclista español, el tercero en apenas unos días, al imponerse al sprint un Ion Izagirre quien había tirado de garra para regresar al grupo de favoritos tras una caída sufrida en el ascenso a Arrate. El guipuzcoano de Cofidis batió en meta a Aleksandr Vlasov, siendo ambos los ocupantes de los otros dos escalones del podio final. En cuanto a los otros españoles con opciones en la general, Marc Soler acabó tercero la etapa y Enric Mas perdió sus opciones al irse al suelo en uno de los tramos de bajada.
La jornada, como aseguraron todos y cada uno de los protagonistas en línea de meta, estuvo a la altura del resto de la carrera en cuanto a dureza, ya que las hostilidades en el pelotón se desataron muy pronto. Las opciones de la fuga se vieron reducidas a un grupo de tres ciclistas –Davide Formolo (UAE), Kenny Elissonde (Trek) y Nelson Oliveira (Movistar)-, lo más fuertes de un corte inicial de hasta 12 integrantes, donde habían logrado entrar los españoles Cristian Rodríguez (Total), Igor Arrieta (Kern Pharma), Ángel Madrazo (Burgos) y Xabier Mikel Azaparren (Euskaltel). Al paso por Azurki, con unos 75 kilómetros aún por delante, se formó este terceto.
Por detrás, en la Subida a Gorla, INEOS endureció la carrera para tratar de descolgar a Evenepoel, dando caza al resto de fugados. En la primera ascensión a Arrate, por la vertiente de Krabelin, Formolo se marchó en solitario, ya que Oliveira sabía que su labor era la de ayudar a Enric Mas, que no tardaría en moverse. El primero en agitar el avispero fue Primoz Roglic, que en el día previo había visto cómo se le escapaba la lucha por la general. La baza de Jumbo era ahora la de Vingegaard. Mas, Martínez y Vlasov se mostraron atentos al movimiento del esloveno, que, a quien eliminó completamente, fue a Alaphilippe. Tampoco iba fino Evenepoel, quien no guardará un grato recuerdo de esta ascensión, al haberse quedado descolgado en los dos pasos. En el primero de ellos no perdió muchos segundos, pero sí se vio obligado a perseguir en el descenso posterior, tirando de un grupo donde nadie le ofrecía el relevo.
Por delante se había marchado un grupo de favoritos tras el ataque de Enric Mas y la posterior persecución de Jonas Vingegaard que trajo junto a él a Marc Soler, Ion Izagirre, Pello Bilbao y Vlasov. Pero cuando las cosas pintaban bien para el mallorquín, llegó una caída que arruinó sus opciones de cara a la etapa y la general. El corredor de Movistar entró mal en una curva y se fue al suelo, del mismo modo de que su compañero Oliveira, que tuvo que abandonar. Mas pudo acabar la carrera, pero a tres minutos de los mejores. Daniel Martínez se vio cortado por este incidente y acabó en el grupo de Evenepoel, pero se benefició del trabajo del belga para regresar a la cabeza tras el descenso de Urkaregi.
Pese al regreso del líder al grupo, la general seguía en un pañuelo y Evenepoel no dejó escapar los segundos de bonificación del esprint intermedio de Eibar. Antes de la subida a Arrate, volvió a atacar un incansable Formolo, que tras haber aguantado en fuga todo el día, mantuvo sus opciones hasta que fue neutralizado a 4 kilómetros de meta. También se movieron Juanpe López y Ion Izagirre, algo que descolgó nuevamente a Evenepoel, que, ahora sí, decía adiós al podio. Vlasov aceleró para distanciar a su rival del Quick-Step y Vingegaard le dio continuidad a este movimiento, que acabó haciendo daño a Pello Bilbao.
Con el de Bahrain distanciado y Soler algo haciendo la goma, las mayores opciones españolas parecían pasar por Ion Izagirre, pero en un desafortunado afilador con Vingegaard, el de Cofidis se fue al suelo. Pero esto no le detuvo, sino que le dio más alas para levantarse, superar a Bilbao y alcanzar de nuevo al grupo. Tras coronar, Soler se lanzó con fuerza en el tramo descendente, sabedor de la importancia de la colocación, pero fue superado por Izagirre. El vasco mantuvo a ralla a Vlasov y consiguió su tercer triunfo en la carrera. Daniel Martínez llegó con los mejores y se hizo con la general final por apenas unos segundos de diferencia.