Ciclo21 Portal de ciclismo
Las dos etapas que se desarrollarán íntegramente por Aragón incluidas en el recorrido de la 68 Vuelta Ciclista a España pueden marcar el desenlace de la carrera y tener un gran peso específico en el portador final del jersey rojo.
Tarazona, con la única contrarreloj individual de la Vuelta 2013 en esta ocasión de media montaña, y la estación invernal de Formigal, con una llegada en alto en la zona de Sarrios que supondrá la conclusión del tríptico montañoso del tercer fin de semana de carrera, deberán aclarar los aspirantes al triunfo final o cuando menos para descartar a la mayoría de ellos.
Además de estas dos etapas también está la testimonial salida desde la comarca del Bajo Aragón Caspe en la población zaragozana de Maella que dirigirá el pelotón hacia el sur de Cataluña, concretamente a Tarragona.
La cronometrada de Tarazona de 38 kilómetros, sin apenas llano ya que consistirá en la ascensión al corto pero duro alto del embalse del Val y el alto del Moncayo y su descenso hasta la ciudad del Queiles, servirá para establecer diferencias justo en el ecuador de la carrera entre los principales aspirantes a la victoria final y en la que alguno de ellos puede dejarse más tiempo del deseado.
La jornada que unirá Graus y Sallent de Gállego-Aramón Formigal pondrá punto final a la trilogía montañosa por los Pirineos después de los finales en alto de la andorrana Collada de la Gallina y el francés de Peyragudes, en la etapa más larga de la Vuelta 2013, previo paso por Col de Cantó, La Bonaigua, Port de Balé y Peyresourde.
La etapa pirenaica aragonesa será corta, 147,7 kilómetros, y previa a la jornada de descanso antes de iniciar los cinco últimos días de carrera. Los últimos 31 kilómetros serán en ascenso constante, tras el paso por el alto de Cotefablo y el descenso hasta Biescas, y alguno podría intentar poner patas arriba la clasificación.
