Redacción / Ciclo 21
Con cronos maratonianas, Mikel Landa podría haber sido un ciclista de culto
Muchas veces me he preguntado, estos últimos años, qué habría pasado con un ciclista tipo Mikel Landa o Nairo Quintana en aquellos tiempos en los que la suma de las cronos del Tour superaba 100 kilómetros.
Es obvio que esperar, en el corto plazo, que vuelvan aquellas cronos a las grandes vueltas es mucho esperar, pero entre aquello y la actualidad hay matices.
En todo caso, sí que es cierto, que ciertos corredores de la actualidad se han beneficiado de esta tendencia de una manera más que evidente.
Entre otros, como dije, Mikel Landa.
Esta misma semana, en la rueda de prensa previa a la vuelta al cole del Bahrain, Mikel, junto a Pello Bilbao, ya han dicho que el Tour de Francia entra en la lista de prioridades de 2023.
La casi total ausencia de kilómetros contra el reloj de la carrera francesa juega a favor de obra frente a la elección por el Giro de Italia.
Mikel Landa sigue en las mismas que cuando fue podio en el Giro de 2015, centrando su suerte en generales y buenos puestos al final de las tres semanas.
En su relación de deseos para el año nuevo pide, por eso, otra cosa: «Volver a ganar«.
Y ahí es donde yo quiero entrar.
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Desgraciadamente, la dinámica de disminución de kilómetros contra el crono es evidente. Y eso ha beneficiado a los escaladores en general (no sólo a Nairo y Mikel)
De hecho en 2013, Nairo quedó segundo clasificado y hubieron 66 kilómetros contra el crono, que ya lo firmaríamos muchos de nosotros, en estos últimos años. Que 66 km, son muchos.
Es evidente, que salvo el año pasado que hubieron unos 57 km, la dinámica es de poner una única crono larga y en algunos casos, una primera etapa con un kilometraje algo más largo que los prólogos de los 80s.
Por que ha habido una disminución drástica de kilometraje ? Las malas lenguas, hablan de que el organizador quería favorecer a los escaladores franceses Pinot y Bardet, que contra el crono no eran muy hábiles, sobretodo el segundo, porque el primero, su gran laguna eran los descensos y las «pájaras mentales».
En resumen, si, es obvio que el descenso de kilometraje benefició a Nairo y Landa, pero también a Andy Schlek, Purito, hasta al mísmisimo Nibali (que no era un escalador, pero tampoco un rodador) y otros tantos….