La investigación del accidente mortal sufrido por Enrique Gómez, el policía nacional de 33 años que fue atropellado el pasado día 2 mientras practicaba ciclismo, dio ayer un giro inesperado. Las pruebas realizadas a la joven que conducía el coche que lo arrolló, no solo han confirmado el positivo en anfetaminas, como inicialmente detectó el test de la Guardia Civil. El posterior análisis de las muestras recogidas a la conductora ha revelado que habría consumido cinco sustancias más, entre ellas cocaína y éxtasis.
El resultado de las pruebas, examinadas en el departamento de Toxicología de la Universidad de Santiago de Compostela, ha llegado esta misma semana al Juzgado de Instrucción número 1 de Málaga, que investiga el caso. A la vista del informe recibido, el magistrado ordenó la inmediata detención y puesta a disposición judicial de la conductora, que tiene 23 años. La joven, que inicialmente había sido imputada a la espera de la confirmación del test de droga por los laboratorios, fue arrestada ayer mismo por la Guardia Civil de Tráfico. Los agentes la condujeron directamente al juzgado de la capital, donde fue interrogada por el instructor. Fuentes cercanas al caso indicaron que la chica negó haber tomado estupefacientes.
La muerte del agente provocó una gran conmoción entre sus compañeros del Cuerpo Nacional de Policía y diversas organizaciones de ciclistas. La mayor prueba de ello tuvo lugar el mismo fin de semana del que ocurrieron los hechos. Medio millar de personas participaron en un recorrido en bicicleta en memoria del fallecido.