La realización de ejercicio físico a alta intensidad y alto nivel conlleva con consecuencias agudas a nivel gastrointestinal. Estudios previos han observado que entre el 30-50% de los atletas suelen experimentar problemas gastrointestinales de forma regular [1]. Esta prevalencia es mucho mayor en disciplinas aeróbicas, donde se ha observado que entre el 30-90% de los atletas experimentan algún síntoma gastrointestinal, siendo mayor la prevalencia a mayor intensidad y duración del ejercicio físico [2]. Los síntomas más frecuentes son náuseas, regurgitación, dolor, diarrea [3], e incluso dolor de estómago [4]. De forma anecdótica, en los Juegos Olímpicos de 2012, los problemas gastrointestinales fueron el segundo problema más frecuente en los atletas, donde en concreto un total de 123 atletas (16%) presentaron vómitos o diarreas [5].
¿Por qué aparecen estos problemas gastrointestinales durante el ejercicio?
Realmente no existe una única causa que determine la aparición de estos problemas gastrointestinales, ya que es una afección multicausal. Dentro de todas las posibles causas podríamos encontrar [1–3]:
- La realización del propio ejercicio, especialmente a alta intensidad y duración, que causa un estrés fisiológico induciendo un mayor riesgo de estos problemas.
- Situaciones de elevada temperatura e hipertermia que agravan el estrés gastrointestinal producido por el ejercicio.
- La realización de ejercicio en situaciones de altitud.
- Factores psicobiológicos como nervios, estrés o ansiedad, tanto crónicos como agudos ante un evento deportivo.
- Y por supuesto, causas nutricionales como, por ejemplo: ingestas previas al ejercicio altas en grasa, proteínas y fibra, ingesta de soluciones hiperosmolares durante el ejercicio, situaciones de deshidratación o hiponatremia, y la ingesta de carbohidratos como por ejemplo FODMAPS antes del ejercicio o fuentes únicas de carbohidrato durante el ejercicio.
¿Cuáles son las consecuencias de estos problemas gastrointestinales?
Las consecuencias de estos problemas gastrointestinales pueden ser desde consecuencias leves como malestar o incomodidad, hasta alteraciones gastrointestinales que conlleven con síntomas clínicos severos (sangrado, inflamación o erosión de la mucosa del intestino, etc.) [2,6]. Además, la aparición de esta sintomatología desencadena una disminución del rendimiento. Por ejemplo, su presencia durante entrenamientos afecta a la recuperación, y la carga de trabajo, mientras que la aparición durante eventos competitivos conlleva abandonos competitivos [6–8]. Por último, estos síntomas afectan a la concentración del atleta, disminuyendo el rendimiento y también pudiendo desencadenar consecuencias psicobiológicas como estrés, ansiedad o problemas emocionales [9].
Guía sencilla para su prevención y tratamiento
Tal y como hemos mencionado previamente, las causas son multifactoriales, por ello, su abordaje también debe ser multifactorial tratando de reducir todos los potenciales factores de riesgo de estos problemas. Las principales pautas son [1–3]:
- Evitar ingerir fármacos antinflamatorios no esteroideos (p.ej. aspirina) antes del ejercicio y días previos a eventos competitivos.
- Mantener una adecuada pauta de hidratación antes y durante el ejercicio, sin olvidarnos de la ingesta correspondiente de sodio
- Llevar a cabo un adecuado entrenamiento digestivo antes de los eventos competitivos. Por ejemplo: no probar cantidades y tipos de comidas el día de la competición, evitar probar con suplementos o avituallamientos nuevos ese mismo día, etc.
- En el caso de que se realicen ingestas intra-entrenamiento o intra-competición utilizar distintos tipos de carbohidratos y no un solo tipo.
5. Evitar ingerir comidas muy ricas en grasa, proteína (en exceso) y fibra antes del ejercicio y del evento competitivo.
6. Evitar alimentos potencialmente molestos como: picantes, verduras crudas (ajo, cebolla, pimientos), legumbres, alimentos fritos, comidas muy especiadas (p.ej. curry), e incluso lácteos (según tolerancia individual).
7. Llevar a cabo un adecuado del manejo del estrés y ansiedad tanto crónico como pre-competitivo
8. Por último, la suplementación con glutamina (20-50g 2h antes del ejercicio), ha demostrado mejorar ciertos síntomas de distrés gastrointestinal [10,11], pudiendo ser una estrategia útil para prevenir la aparición de problemas gastrointestinales.
Conclusiones
En resumen, la aparición de síntomas gastrointestinales es frecuente en atletas. Por ello, debido a sus causas multifactoriales, el abordaje nutricional y del resto de factores puede tener efectos beneficiosos en la salud y rendimiento de los atletas.
Lucas Jurado Fasoli – Doctor en Biomedicina (UGR). Dietista-Nutricionista. Investigador postdoctoral en el Instituto Mixto Universitario Deporte y Salud y Departamento de Fisiología, Universidad de Granada.
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Referencias
[1] Jeukendrup AE. Training the gut for athletes. Sports Medicine 2017;47:101–10.
[2] de Oliveira EP, Burini RC, Jeukendrup A. Gastrointestinal complaints during exercise: prevalence, etiology, and nutritional recommendations. Sports Medicine 2014;44:79–85.
[3] Costa RJS, Snipe RMJ, Kitic CM, Gibson PR. Systematic review: exercise‐induced gastrointestinal syndrome—implications for health and intestinal disease. Aliment Pharmacol Ther 2017;46:246–65.
[4] Parnell JA, Wagner-Jones K, Madden RF, Erdman KA. Dietary restrictions in endurance runners to mitigate exercise-induced gastrointestinal symptoms. J Int Soc Sports Nutr 2020;17:32.
[5] Engebretsen L, Soligard T, Steffen K, Alonso JM, Aubry M, Budgett R, et al. Sports injuries and illnesses during the London Summer Olympic Games 2012. Br J Sports Med 2013;47:407–14.
[6] Gaskell SK, Rauch CE, Costa RJS. Gastrointestinal assessment and therapeutic intervention for the management of exercise-associated gastrointestinal symptoms: a case series translational and professional practice approach. Front Physiol 2021;12:1392.
[7] Jeukendrup AE, Vet-Joop K, Sturk A, Stegen J, Senden J, Saris WHM, et al. Relationship between gastro-intestinal complaints and endotoxaemia, cytokine release and the acute-phase reaction during and after a long-distance triathlon in highly trained men. Clin Sci 2000;98:47–55.
[8] Costa RJS, Gaskell SK, McCubbin AJ, Snipe RMJ. Exertional-heat stress-associated gastrointestinal perturbations during Olympic sports: Management strategies for athletes preparing and competing in the 2020 Tokyo Olympic Games. Temperature 2020;7:58–88.
[9] Wilson PB. The psychobiological etiology of gastrointestinal distress in sport: a review. J Clin Gastroenterol 2020;54:297–304.
[10] Pugh JN, Sage S, Hutson M, Doran DA, Fleming SC, Highton J, et al. Glutamine supplementation reduces markers of intestinal permeability during running in the heat in a dose-dependent manner. Eur J Appl Physiol 2017;117:2569–77.
[11] Zuhl MN, Lanphere KR, Kravitz L, Mermier CM, Schneider S, Dokladny K, et al. Effects of oral glutamine supplementation on exercise-induced gastrointestinal permeability and tight junction protein expression. J Appl Physiol 2014;116:183–91.
El primer consejo que daba y sobre todo a los master del universo,es NO DROGARSE para hacer demostraciones en marchas y carreras