20ª Tour Francia: Mil frentes abiertos

Vingegaard, Pogacar Carapaz en el puerto final © ASO / Billy Ceusters

Rafa Mora / Ciclo 21

Mikel Landa, quinto en la general, podía luchar por la cuarta plaza de João Almeida. El portugués podía remar por abrir más espacio sobre Landa pese a que en la crono de mañana tenga las de ganar. Remco Evenepoel, tercero, podía pensar en recortarle a Jonas Vingegaard para rematarlo mañana en la CRI y quitarle la segunda plaza, pero Jonas podía pensar, como Almeida con Landa, en abrir más espacio hoy en su renta con el belga por mantener, en su caso, esa segunda plaza en el podio final. Además, Richard Carapaz podía pensar en consolidar el maillot de la montaña, y de paso, intentar la machada de la etapa, por la cual también soñaba Enric Mas. Todos en un paquete de suspiros y anhelos, pero en el fondo, otra vez, el que más gana ha sido el de siempre: Tadej Pogacar.

Aunque no vayamos al final, porque es la quinta vez que vence el esloveno y, bueno, como que no es noticia, que lo es, sí, pero que vayamos al barro. Y en el barro, en la trinchera, aquí cada uno luchaba por lo suyo y por lo del compañero. El Soudal se ponía a controlar la carrera tensando la cuerda para provocar el ataque de Remco sobre Jonas, y quién sabe si soltar a un Almeida en beneficio de Landa, pero también, luego, cuando llegó la cornada del pitbull, sin sangrar porque Jonas iba bien, muy bien, fue el UAE el que dijo, ¿sí?, pues venga, con todo, y puso a Almeida a tirar para aviso a navegantes porque Tadej iba tamborileando.

Así las cosas, delante, donde Mas y Carapaz, escapados -lo de Enric hoy, de salida, moviendo siempre la carrera, de diez- donde el español y el ecuatoriano se daban mandobles con la mano abierta, plas, toma, plas, toma tú, plas, atrapa esta, y así, que qué barbaridad, qué carácter, en esta guerra, digo, olía a salir de la trinchera a grito pelado bayoneta en mano sabiendo que te van a crujir. Porque por detrás, insaciables, Remco volvía a probar a Jonas, y Jonas no solo le cogía rueda sino que le atacaba, y detrás, tamborileando, insisto, Tadej. Así es que, si detrás iban ya solos Jonas y Tadej, Tadej y Jonas, delante Enric y Richard, Richard y Enric ya sabían lo que se les venía.

Eran demasiados frentes abiertos, y ellos dos víctimas de todos juntos, así es que solo les quedaba intentar seguir esas ruedas. Mas dijo primero que no, sacó el codo a Richard y avisó que no estaba de ánimo para estar ya ahí, y Carapaz, más duro que una piedra pómez, se agarraba nadie sabe esperando qué, porque hubiese sido un milagro si hubiera aguantado la arrancada final de Tadej, que válgame lo que vuela. Así pues, de los frentes abiertos, de todos, alguno se ha cerrado hoy, aunque algún otro puede estar mañana pendiente en una crono, con puerto, que puede acabar por mover un poco alguna posición. Aunque, vistas las fuerzas que quedan, tal vez estar en la trinchera esperando el final de la guerra sea lo mejor, a no ser que estés con capacidades reales, insisto, reales, de ganar la batalla contra el reloj, Remco, Jonas y Tadej, que mañana estarán ahí, estos sí, seguro, dándolo todo como en los 20 días de carrera que hemos vivido hasta hoy.

Viva el Tour.

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