Del Toro, el mexicano a la estela de Pogacar y Ayuso

Isaac del Toro celebra en Australia su primer triunfo profesional © Tour Down Under

Redacción / Ciclo 21

En 2019, el UAE envió al joven esloveno Tadej Pogacar a La Vuelta, un mes antes de cumplir veinte años. Le siguió el joven español Juan Ayuso, también un mes antes de cumplir veinte años, en 2022. Este año, partiendo de Lisboa, el elegido es el mexicano Isaac del Toro de veinte años.

Pogacar y Del Toro comenzaron sus carreras ganando el Tour del Porvenir (Tour de Francia sub-23), una carrera que Ayuso, que también ganó el Giro de Italia sub-23, tuvo que abandonar tras un accidente en la cuarta etapa.

Ni Pogacar, ni Ayuso, ni Del Toro estaban programados para comenzar una Gran Vuelta tan temprano en sus carreras, pero sus resultados han acelerado su proceso de desarrollo (Pogacar fue el ganador del Tour de California 2019; Ayuso, 5º en la Volta a Catalunya y 4º en el Tour de Romandía en 2022; Del Toro, ganador de etapa y 3º en el Tour Down Under de este año). Pogacar terminó 3º en La Vuelta 19 y Ayuso, 3º en La Vuelta 22. Así que eso es lo que las estadísticas prometen para Del Toro, aunque aún quedan tres semanas de carreteras por recorrer.

Del Toro es solo el quinto mexicano en participar en La Vuelta a España. El pionero fue Felipe Enríquez Rojas, apodado ‘El Tato’ (el hermano). Originario de Petlalcingo, en el Estado Libre y Soberano de Puebla en el sureste de México, corrió durante un año en Europa en el equipo italiano Alba-Cucine-Benotto-Sidermec, que disputó La Vuelta 1988, la única edición que comenzó en las Islas Canarias.

Sus excompañeros de equipo italianos Antonio Santaromita y Alessandro Giannelli recuerdan su amabilidad, su tristeza por estar lejos de su prometida, su dificultad para entender las sutilezas del ciclismo al estilo europeo: “Y estaba en una misión para ayudarnos a encontrar el camino de regreso al hotel en Tenerife en bicicleta porque era el único hablante de español en el grupo”. Las bicicletas Benotto habían dado una oportunidad a cuatro prometedores mexicanos y Enríquez se retiró de La Vuelta 1988 durante la etapa 16.

Por otro lado, el mejor ciclista mexicano de todos los tiempos, Raúl Alcalá, terminó 7º en La Vuelta 1991 y 8º en La Vuelta 1992 con los colores del equipo holandés PDM. En 1991, tomó el 2º lugar en la contrarreloj de Cala d’Or ganada por el eventual ganador general Melcior Mauri. También ganó dos etapas en el Tour de Francia, en 1989 y 1990.

Miguel Arroyo, el protegido del masajista mexicano de Greg LeMond, terminó 36º en La Vuelta 1992 como miembro del equipo GB-MG con Franco Ballerini, y abandonó en la etapa 5 de La Vuelta 1995, que estaba corriendo después del Tour de Francia con el equipo francés Chazal, actualmente conocido como Decathlon.

Julio Alberto Pérez Cuapio, una figura destacada en el Giro de Italia, en el que compitió nueve veces y ganó la clasificación de la montaña en 2002, participó en La Vuelta 2001 con su equipo italiano Panaria y terminó 9º en la contrarreloj en ascenso en Ordino, en la que se impuso José María ‘El Chaba’ Jiménez.

Del Toro tiene un buen conocimiento de la historia de sus compatriotas que corrieron profesionalmente en Europa, pero es un ciclista muy diferente, hiperconectado, a diferencia de Enríquez en 1988, con sus más de 100.000 seguidores en Instagram. Habla inglés e italiano con fluidez. Piensa que todo es “genial”: “Viajar, cenar con mis compañeros de equipo que en mi mente son superestrellas, hablar con Tadej como una persona normal…”.

Ha querido convertirse en un gran escalador desde lo que él llama su catarsis, liberación emocional, en el Col de la Loze, cuando ganó su primera carrera internacional en el Tour del Porvenir el año pasado. Es producto del proyecto A. R. Monex, con sede en San Marino después de un primer campamento permanente de ciclismo de montaña en Andorra, lanzado por los hermanos Luis y Alejandro Rodríguez hace diez años con el objetivo de dar a los jóvenes mexicanos las mismas oportunidades que a los demás para llegar al WorldTour.

Del Toro también ha competido en ciclismo de montaña, ciclocross y pista, y como es oriundo de Ensenada, una ciudad portuaria del Pacífico en Baja California, a una hora y media en coche de la frontera con Estados Unidos, se beneficia de una ventaja en velocidad perfeccionada en los criteriums urbanos de California.

Su victoria de etapa en el Tour Down Under fue el resultado de un movimiento en el último kilómetro. Sabe cómo anticiparse a la acción del pelotón. Desde entonces, ha terminado 4º en la contrarreloj de la Volta ao Algarve entre el ganador Remco Evenepoel y Filippo Ganna, que fue 6º, 4º en Tirreno-Adriático, 7º en la Itzulia y ganó la Vuelta Asturias. Un escalador seguro, pero sobre todo un corredor completo y extremadamente talentoso, como Pogacar y Ayuso según informa Unipublic.

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