España: el balance de Cottbus es muy válido para Luoyang

Los técnicos federativos, mostrando las tabletas con las nuevas plusmarcas © RFEC

TrackPiste / Ciclo 21

Centrándonos en esta segunda parte del balance del Mundial junior en lo que ha sido la actuación de España, no hay mucho nuevo que decir: lo que escribimos como balance del Europeo de Cottbus es perfectamente válido para Luoyang, como adelantábamos ayer. Tenemos la mejor generación de la historia, comprometidos con la disciplina, y con unos medios, económicos y de material, con los que no contaron ni por asomo ninguno de los corredores o técnicos que los precedieron. Con ello es posible aspirar a medallas en las pruebas que menos preparación técnica necesitan como han sido las platas de Valentina Ferreyra, Izaro Etxarri o Rubén Sánchez, o los grandes puestos de Joan Roca, Eñaut Urcaregui o Leyre Almena, a los que algunos desde dentro descalificaban diciendo que no tenían motor. Ciclistas que, por cierto, también han podido mejorar al librarse de los lastres de la limitación de desarrollos.

Y si encima los metes en un velódromo como el de este Mundial, obtienes un resultado evidente, que bates muchos récords. Ahora bien, por encima de las interpretaciones marquetinianas interesadas y grandilocuentes desde la Española de que todo es perfecto, hay otro hecho que no engaña: por mucho que hayan mejorado los números en algunas pruebas, la situación es muy similar a la de años precedentes. Como decía un reputado técnico foráneo, y nos encargamos de recordar ayer, los récords no dan medallas.

Por ejemplo, es muy triste que la mejora del récord de los 200 metros por parte de Sandro Abadia, que con 10.464, bajaba su marca personal en más de medio segundo, no le sirva para clasificarse entre los 28 mejores de la velocidad, en los que realmente compiten, cuando el navarro tiene unas sobradas condiciones de velocista… que no se potencian. No existe el más mínimo plan de trabajo de esta disciplina, que se dirige al abismo si no lo está ya, por la dejadez federativa. ¿Es por eso que no hubo foto del récord de Abadia?

O que dos ciclistas que individualmente obtienen un balance tan notable en la eliminación y en la puntuación como Sánchez y Roca, tengan tantas carencias en la madison simplemente por no haber trabajado con ellos algunos conceptos casi elementales… es lo que debe llevar a la reflexión. Presumir de ese quinto puesto es un tremendo error de soberbia e ignorancia, que no conduce a nadasalvo insistir en ese camino que no va a ninguna parte.

En cuanto a las cuartetas, es obligado recordar que se comenzó a trabajar en abril, cuando lo lógico hubiera sido hacerlo en invierno (y no se hizo porque no había un técnico federativo con disposición para ello). A partir de ello, la lectura que se debe hacer no son los propios récords, sino los puestos obtenidos y la distancia respecto a los mejores, que quizás se hubieran reducido con una planificación más temprana y lógica. Leyre Almena, Valentina Ferreyra, Izaro Etxarri y Vera Valero bajaron la plusmarca a 4:41.106… un tiempo que sigue estando a más de veinte segundos de Gran Bretaña, en un sexto lugar a pesar de las ausencias y por detrás de países de escasa tradición como Chile, lo cual es bastante significativo. En todo caso vuelvo a recordar para quienes piensen que con ello estoy disparando a las chicas. No, ellas valen bastante más que ese récord advenedizo, siempre que tuvieran un plan ahora mismo inexistente.

La mejora de la masculina es bastante más impresionante, aunque fruto de la indudable clase de estos ciclistasya que nadie se puede creer que haya sido consecuencia de dos o tres concentraciones en apenas cuatro meses. Unos corredores que, ojalá como sub23, tengan mejores condiciones para seguir dedicándose a la pista que sus predecesores no tuvieron única y exclusivamente por la falta de un plan federativoviéndose obligados a decir adiós a los velódromos, incluso al ciclismo. 4:02.337 es un tiempazo, pero aún está a once segundos de Italia y a seis de las selecciones que nos preceden, ausencias aparte, y solo equivale a una sexta plaza.

Y un detalle que me ha agradado especialmente: En un país (incluso en un momento histórico) en que la persecución individual está minusvalorada y olvidada, la actuación de Urcaregui, con esos 3:11.622, y una novena plaza, nos hace ser optimistas para el futuro, y más cuanto también es capaz de brillar en el ómnium un día después.

Por cierto, este Mundial nos ha hecho descubrir, al menos fotográficamente hablando, al técnico de rendimiento, Aitor Altuna, aunque oficialmente aún siga siendo inexistente en las comunicaciones federativas. Esperemos que sea la ocasión para que desde la Española se puedan dar a conocer sus métodos y sus objetivos… salvo que le pase lo que a Aner Moreno, que sea defenestrado justo cuando los resultados comenzaban a llegar. En todo caso, le damos el beneficio de la duda, y recordamos que la invitación para que nos cuente su proyecto en TrackPiste sigue todavía en pie, ahora que no debe estar tan ocupado como cuando la rechazó en mayo, salvo que sea otro de los muchos vetos federativos que existen para con este medio.

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