Ricardo Ten: empeñado en dejar pequeño el diccionario

Ricardo Ten logra un nuevo maillot arcoíris en contrarreloj en Zúrich © UCI

Redacción / Ciclo 21

De conocido a reconocido. De popular a mediático. De admirado a venerado. Cada año que pasa, Ricardo Ten asciende un peldaño en su notoriedad. Al igual que ocurre con sus exhibiciones sobre una bicicleta, no hay un tope, no hay un límite. Gracias a sus continuas proezas, el longevo e incomparable deportista valenciano se supera con el transcurso de las temporadas. Tiene el don de convertir en anacrónicos los registros del curso anterior. Sin embargo, la colección de éxitos acumulados durante 2024 ha puesto el listón muy alto. El embajador del Proyecto FER ha completado un ejercicio de ensueño. Inolvidable. Ricardo sigue empeñado en dejar pequeño el diccionario. En agotar todos los calificativos que denoten asombro, grandeza, respeto y pleitesía.

Hace ya mucho tiempo que la figura de Ricardo Ten (Valencia, 49 años) trasciende lo puramente deportivo para convertirse en un personaje casi sobrehumano, sobrenatural. El deportista FER (clase de discapacidad MC1) encarna lo divino, lo heroico, lo mágico. Del ciclista valenciano, sorprende todo. Su sencillez, su humildad, su modestia. Su autonomía, su autosuficiencia, su independencia. Su talante, su carácter, su cercanía. Su longevidad, su vitalidad, su perdurabilidad. Su competitividad, su combatividad, su gen ganador. Su pasión, su ambición, su autoexigencia, su profesionalidad. A todo ello, hay que unir su inconformismo, su insaciabilidad. Con tal tarjeta de visita, se entiende mejor su fascinante currículum. 

A finales de agosto, Ricardo se adentraba en un periodo tan intenso como apasionante, tan arduo como ilusionante. En apenas un mes, le esperaban, por una parte, los Juegos Paralímpicos de París y, por otra, el Campeonato del Mundo de ruta, en Zúrich. El balance ha resultado insuperable. En la capital francesa, el ciclista valenciano firmaba unos Juegos memorables gracias a la obtención de tres medallas. Destacó, especialmente, el oro en la crono individual. En Suiza, el embajador FER completaba un magnífico Mundial: oro en la crono, oro en la prueba en línea. Por primera vez, saldaba el certamen universal con sendas victorias en las dos modalidades. Una máquina de ganar. 

“Ha sido un año muy duro, muy exigente, pero ha merecido la pena tanto sacrificio. Cuando arrancó 2024, ni en mis mejores sueños podía visualizar todo lo que he conseguido. Estoy muy feliz”, señala Ricardo Ten quien añade: “Repito lo que he dicho en las últimas semanas. Estaré en la batalla hasta que me vea competitivo, hasta que conserve la ilusión, la motivación, la pasión… Sé que mi final está más cerca que lejos, pero creo que todavía no ha llegado ese momento. Sigo disfrutando como un niño sobre una bicicleta. Sin el deporte, me sentiría vacío. Mientras el cuerpo y la salud me lo permitan, voy a seguir”; comenta. 

Y sobre si llegará a Los Ángeles 2028, ésta es su reflexión: “Hoy en día, no lo puedo asegurar. Queda mucho tiempo aún. Repito lo que he comentado antes. Esperemos que el cuerpo me respete. Además, como he explicado en los últimos días, en 1984, con sólo nueve años, y poco tiempo después del accidente que tuve, vi por televisión todos los Juegos de Los Ángeles. Aquello me fascinó y me permitió descubrir el deporte de alta competición. 44 años después, estaría bien volver a Los Ángeles, ahora como protagonista directo, para, ahora sí, cerrar el círculo”, comenta. Ahora, entre múltiples compromisos, el reconocido, el mediático y el venerado Ricardo Ten disfruta de unas merecidas vacaciones. Pero seguro que, durante el descanso, ya piensa en los retos futuros. Su cabeza nunca desconecta del todo. Es otra de las razones de su éxito. Genio y figura.

Principales resultados de Ricardo Ten en el año 2024

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