José Antonio Hermida ha pasado hoy uno de sus peores días sobre la bicicleta. Él y su compañero Van Houts iban líderes de la Cape Epic y han desayunado como un día normal. Aun así, alguna sustancia del desayuno le ha llevado a olvidarse de los intereses competitivos. José fue conocedor de su intolerancia a ciertos frutos secos hace 4 años y desde entonces siempre vigila lo que come.
«Ha sido muy duro. Íbamos en el grupo de cabeza y he empezado a notar frío y una sudoración fuera de lo normal. Luego he visto que iba pasadísimo de pulsaciones y que algo iba muy mal. Hemos parado ante este malestar que iba en aumento y he acabado tirado en el suelo con calambres en ambas piernas. No sabía cómo parar esto y tal debía ser la imagen que dábamos que incluso un helicóptero de la organización nos ha visto y ha aterrizado para ver qué sucedía. He bebido mucho y tras 40 minutos parados se ha ido normalizando mi estado. Después de valorar opciones hemos vuelto al punto de asistencia médica que acabábamos de pasar unos kilómetros atrás para que me visitara un médico», explica Hermida desde el motorhome.
Su malestar y las ronchas que han aparecido sobre su piel han dejado claro el parte médico: intoxicación alimentaria. Viendo que lo peor había pasado, José ha pedido que no le suministraran ningún medicamento con alguna sustancia no permitida por la UCI y verse así obligado a abandonar la carrera.
Así pues, mañana seguirá en carrera tras haberse visto durante un buen rato cogiendo un vuelo de vuelta a casa.
Destacar las palabras que ha tenido para su compañero de equipo: «Rudi me ha invitado a que abandonáramos. Yendo líderes y en una carrera de este calibre, te duele no poder seguir, pero ha visto claro que la situación era muy seria. Se ha asustado mucho viendo cómo me había puesto. Una vez hemos reemprendido la marcha, ha marcado el ritmo y ha ido hablándome y haciendo bromas para relajar la tensión tras el mal rato que hemos vivido. Un 10 para él«.
Ambos seguirán en competición y ahora, más que nunca, irán viendo cómo evoluciona el cuerpo de José.
Prensa Multivan Merida