No es la primera vez que hablo en TrackPiste de Diego Bragato, el responsable de rendimiento de la FFC y un hombre clave en el desempeño de los pistards italianos que, como se refleja en otro notable reportaje de Bici.Pro, conoce los motores de los ciclistas mejor que ellos mismos.
En esta ocasión, el reportaje se refiere a Jonathan Milan, el nuevo campeón del mundo de persecución, tras dos platas y un bronce en los años anteriores, y flamante recordman mundial con 3:59.153, rompiendo los 3:59.636 de su compatriota y amigo Filippo Ganna -aunque durante algunas horas fuese Josh Charlton el poseedor de dicha plusmarca.
Y es que Bragato también tiene otra gran virtud, lo claro y elocuente que es en sus explicaciones sobre cualquier tema técnico de cara a la prensa. Y en esta ocasión su análisis del desempeño de Milan no tiene desperdicio.
De entrada, habla de que se tomó la decisión de que el de Tolmezzo no corriese la persecución por equipos, con el fin de centrarse en la individual, donde el objetivo era el ‘arco iris’, no el récord del mundo, y el rival a priori, Dan Bigham. Pero el desempeño en la clasificatoria del inesperado británico obligó a cambiar los planes.
“Volvimos a armar todo: las sensaciones que nos había dicho que tenía, la temperatura y la consiguiente suavidad de la pista, y sobre todo los movimientos de pedaleo que Milán quería tener durante la prueba. Así identificamos la cadencia óptima desde el principio. Más que nada, trabajamos, según las peticiones de Milán, para que alcanzara el ritmo deseado lo antes posible. No cambiamos el desarrollo entre la clasificación y la final. Y luego claramente pusimos una mesa para el récord mundial. Dado lo que sucedió por la mañana, era casi seguro que se necesitase el récord para ganar”.
En este sentido, señala las diferencias que hay entre Ganna y Milan. “Estamos acostumbrados a que Pippo vaya progresando. Quizás también utilice marchas más largas que Milán y luego termine fuerte. Pippo hace ese último kilómetro increíble. En teoría, una vez lanzado, ¡podría continuar durante una hora! Jonathan en cambio, al ser más explosivo, prefiere empezar fuerte, coger velocidad inmediatamente y luego resistir hasta el final. Por este motivo es muy importante para él encontrar inmediatamente la cadencia adecuada. Como ya hemos dicho, se trataba de conseguir que alcanzara la velocidad de pedaleo deseada lo más rápido posible”.
Tras señalar de que estaba casi seguro de que Charlton no podría tener dos actuaciones del mismo nivel en el mismo día “no tenía esos márgenes de mejora, sin la base y el cimiento de camino que tenía Jonathan. Y es precisamente esta base la que permite hacer dos esfuerzos tan extremos en tan poco tiempo”, indica que “sabía que ganaría porque mantuvo a raya a su oponente, pero tuvimos que esperar hasta el final para ver el récord, porque era una cuestión de centésimas. Bastaba con un golpe de pedal, un poco menos potente, y todo se habría esfumado”.
Finalmente se refiere a que se trabajó especialmente las salidas y el ritmo, con recordatorios en el gimnasio, y que tiene margen de mejora. “Si se lo mete en la cabeza puede bajar aún más, pero esto también se aplica a nosotros en el grupo para que podamos darle el mejor apoyo desde todos los puntos de vista. Creo que con un tipo de trabajo adecuado, Milán puede mejorar aún más. Luego, cuando tienes un grupo con atletas que tienen motores como los suyos, es un placer trabajar”.
Y no hay que olvidar lo que dijo Ganna en los comienzos de la carrera de su compatriota, de que sería mejor que él, aunque como le sucede al de Verbania, ya hay muchos ‘entendidos’ que le recomiendan que aspire a algo más que la pista y los sprints del Giro de Italia. Sin duda, el recorrido de la prueba en línea de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles puede ser decisivo en la carrera como pistard de ambos ‘azzurri’.