Aunque en TrackPiste ya conocíamos y habíamos hablado de su potencial desde hace mucho, mucho tiempo, Alina Aleksandrovna Lysenko fue la grata sorpresa para muchos en la primera manga de la Liga de Campeones, celebrada el pasado sábado en Saint-Quentin-en-Yvelines, al ganar el keirin tras haber sido tercera en la velocidad y quedarse como segunda clasificada de la general, a sólo dos puntos de Emma Finucane, de cara a las dos mangas de este fin de semana en Appeldorn.
Y es que, para el gran público, el nombre de Lysenko puede resultar desconocido debido al veto contra los atletas rusos y a las escasas oportunidades de competir a nivel internacional. No obstante, a sus 21 años -nació el 17 de mayo de 2003 en Moscú- atesora un importantísimo palmarés.
Patinadora artística en su infancia, a los 15 años se cansó del hielo y gracias a su padre y a su hermano mayor -también ciclista- comenzó a probar en los velódromos, donde dejó muestra de su rapidez. Campeona de Europa junior de keirin y velocidad en 2020, ese año no pudo ratificarse en el Mundial, al no disputarse por culpa de la pandemia. Sin embargo, su 2021 fue de matrícula de honor: ganó los cuatro títulos en las pruebas ‘cortas’ -velocidad individual y por equipos, 500 metros y keirin- tanto en el Europeo como en el Mundial. Incluso tuvo la oportunidad de debutar este año en la élite, en concreto en la Copa de las Naciones de San Petersburgo, donde quedaba segunda tanto en la velocidad como en los 500 metros.
Después de dos años ‘desaparecida’ por las circunstancias antes reseñadas, pero progresando en las pruebas nacionales, en este 2024 tuvo dos grandes momentos. Por un lado, la medalla de bronce en el keirin la Copa de las Naciones de Hong Kong, dond epudo participar como AIN, solamente superada por Finucane y Emma Hinze; por otro, su notable actuación a finales de octubre en la Copa Rusia, donde batía el récord ruso de los 200 metros con 10.159, mejorando el récord que ella misma tenía desde mayo con 10.247 en el GP Moscú, así como el de 500 metros lanzados. En este caso, los 26.750 no sólo suponían batir la marca nacional, sino también la mundial de Hinze establecida en agosto (27.063), aunque en este caso no será homologada por la sanción que pesa sobre la FVSR.
Sobre su actuación, declaraba en varios medios rusos, como Matchtv.ru: “No mentiré, ese día fue completamente estresante para mí. Mucha gente me preguntaba cómo estaba, no podía ni juntar dos palabras. Psicológicamente fue bastante difícil para mí, pero creo que con cada carrera debería ser un poco más fácil”.
Lysenko relata que “antes de la final, cuando nos estábamos abrochando las zapatillas, se me cayó el cierre y la salida se retrasó un poco por culpa mía. No hubo tiempo para estresarme, traté de mostrar lo máximo para lo que estaba preparado. Creo que el hecho de que nadie me conociese también jugó un poco a favor para mí. Pero ahora no sé qué pasará en las próximas mangas”.
En este sentido, son también interesantes las palabras del ex ciclista y presidente de la Federación Rusa Viatcheslav Yekimov a la agencia TASS. “Alina lo hizo bien. Está claro que este no es un Mundial, pero ocupar un lugar destacado en compañía de corredoras fuertes del mundo vale mucho. En las actuales condiciones, cualquier salida internacional es muy importante para nuestros atletas. En Francia, compitiendo con rivales muy serios, Alina pasó una gran prueba. Y pasó con gran éxito”.
Y no es la única joven promesa rusa en la velocidad, ya que no debemos olvidar que Yana Burlakova se proclamaba campeona del mundo delos 500 metros el pasado mes de octubre en Ballerup.