Fernando Ferrari / Ciclo 21
La vida personal y/o profesional es un carrusel de contactos y cuantos más, en ciertas ocasiones mejor. El ciclismo está preñado de casos de corredores y/o directores deportivos que han logrado licencia UCI en sus equipos gracias a sus aportaciones particulares en forma de patrocinadores de diversa índole. Y en la nueva y flamante Real Federación Española de Ciclismo (RFEC) que ya preside el ex de la madrileña José Vicioso se puede escribir un nuevo episodio de la inacabable serie.
Este medio ha podido constatar que la empresa catalana Inverse dejará de surtir a partir de 2025 -quedan los Mundiales de ciclismo urbano con el prolífico trial y el BMX– la ropa oficial de todas las selecciones españolas de todas las modalidades como venía haciendo las nada menos que últimas dieciocho temporadas. Un varapalo importante para la firma de Joan Sabaté que ve como Vicioso no renueva su contrato y el tremendo escaparate mediático que supone vestir a un equipo como el español en todas las competiciones del vasto calendario de la Unión Ciclista Internacional (UCI).
Y una de las razones es la nueva que marca que presumiblemente sucederá a Inverse para diseñar la ropa con la bandera rojigualda: Gobik, la compañía textil sita en la localidad murciana de Yecla liderada por sus cofundadores y consejeros delegados José Ramón Ortín y Alberto García y, a la vez, amigos de Alejandro Valverde desde hace años.
Después de que José Vicioso diera su palabra al tricampeón del mundo de fondo, Óscar Freire, para por fin suceder al estéril Pascual Momparler como seleccionador español elite de carretera, todo se rompió de manera brusca mientras el cántabro estaba tranquilo y feliz de vacaciones con la promesa de su nuevo cargo. De repente, Alejandro Valverde se convirtió en el favorito de Vicioso dejando en el plan B a un Freire que estalló -lo calificó de «jeta»- cuando fue conocedor de las nuevas intenciones del sucesor de López Cerrón que caliificó la diatriba de «malentendido».
La cuestión es por qué ahora Freire no -un perfil que contentaba a la mayoría- y Valverde sí podría tener que ver con el nuevo suministrador de la ropa aunque las partes implicadas no lo vayan a reconocer. El exprofesional murciano ya hubiera servido de intermediario en su momento entre Gobik y el mánager de Movistar, Eusebio Unzue, para suplir a la marca italiana La Passione en 2023 como ya anunció Ciclo 21 en primicia el 22 de noviembre de 2022. El equipo UAE y su dueño -el Gobierno de Dubai- compraron en su día la marca Colnago de bicicletas y la Pissei de ropa por lo que Gobik dejaba obviamente de vestir al conjunto de Pogacar. Movistar y el mercado español eran un hábitat perfecto y el acuerdo se firmó para debutar en Australia en 2023.
Ahora se da otra vacante, la de la jugosa selección española, ámbito donde Gobik aún no ha entrado en ningún país. En 2024 uniformó a Ineos, los dos Movistar, el FDJ francés femenino y los continentales masculinos Illes Balears-Arabay español y el MyVelo alemán. Ahora Gobik -con Valverde- habría llamado a la nueva puerta de la RFEC -también en la madrileña calle Ferraz- de Vicioso para ser el nuevo emblema de España. Todo ello con la presunta condición añadida en el acuerdo de que el campeón del mundo 2018 y aún integrante del Movistar -otro patrocinador de la RFEC- hasta Nochevieja sea el sucesor de Momparler -sin futuro definido-, Mínguez y Antequera gracias -entre otras aptitudes- a su nexo entre ambas partes. Si todo cuaja y cuadra en las inminentes horas quizás Freire -sin padrino y tales contactos- entienda mejor su ya menos sorpresiva defenestración.