El escalador manchego del MTN-Qhubeka, Sergio Pardilla, ha pasado a la ofensiva en la tercera etapa del Giro del Trentino y ha puesto en peligro el liderato de Cadel Evans (a la postre vencedor de la etapa) con un ataque lejano al que se le han unido otros once corredores. La alianza entre el equipo del líder, el BMC, y el Lampre ha acabado a siete kilómetros del final con las opciones de victoria parcial del de Membrilla, que también ha quedado descartado de la lucha por la general.
“Hemos decidido cambiar de táctica y en lugar de esperar al final hemos apostado por un ataque lejano”, dice Pardilla, quien ayer se encontraba a 1.37 del maillot rosa de Cadel Evans. “Ha costado mucho hacer la fuga y al estar bien representada (12 corredores) pensé que podríamos tener opciones de llegar y dar un salto en la general pero a última hora ha fallado el entendimiento entre nosotros y la llegada del Lampre ha acabado por echar abajo la fuga. Es una pena porque me encontraba bien y la etapa acababa en un repecho de dos kilómetros muy duro que me favorecía”.
Pardilla, quien en la Tirreno-Adriático sufrió una caída que le ha tenido apartado de la competición, prefiere quedarse con la parte positiva de su actuación y destaca que empieza a recuperar las buenas sensaciones. “Cuando estás mucho tiempo sin competir al máximo nivel siempre notas la falta de ritmo aunque de todas formas las sensaciones son buenas. Aún tengo alguna molestia en la muñeca, no está perfecta, pero estamos haciendo un buen trabajo”.
Mañana viernes concluye el Giro del Trentino con una etapa de 175 kilómetros que finaliza en el Monte Bondone y Pardilla espera volver a plantear batalla. “Yo ya no tengo opciones en la general así que mi papel mañana será o el de volver a atacar o el de apoyar a mis compañeros Louis Meintjes y Jacques Janse Van Rensburg, que tienen opciones de estar en el Top10. Son jóvenes y sudafricanos, así que un Top10 sería un buen resultado para ellos y para el equipo”.