“Primero, 50 km y con una subida por los alrededores de Ponferrada para calentar. Y, después, tres vueltas al circuito”.
Eran las palabras que, a modo de explicación del programa que quería llevar a cabo con sus corredores, daba Davide Cassani, el nuevo seleccionador italiano de profesionales, a la Policía Municipal de la ciudad que albergará los próximos Campeonatos del Mundo de ciclismo entre los días 21 a 28 de septiembre.
Dicho y hecho. Así, después de hora y media de calentamiento por los recorridos que albergarán las cronos, Luca Paolini (Katusha), ‘Pippo’ Pozzato (Lampre) y Oscar Gatto (Cannondale), los tres ciclistas elegidos por Cassani para hacer un test sobre el terreno, por fin conocieron el circuito mundialista de Ponferrada.
Siempre protegidos y escoltados por la Policía Municipal, Paolini (37 años), Pozzato (32) y Gatto (29) –Modolo, que también estaba previsto, no pudo viajar a España porque se había dejado el carnet de identidad y el pasaporte en casa- dieron una primera vuelta al circuito al 80% de su potencial. A escasos metros de ellos, en el coche de la selección transalpina, Cassani, Dino Salvoldi, el técnico de las féminas, y el preparador Fabrizio Tacchino observaban los datos de los potenciómetros que llevaban en sus bicicletas los corredores.
“Esta vuelta, a tope”, le dijo Cassani a Pozzato en el segundo giro. Para no perderse ningún detalle, vídeo en mano siguió a los corredores desde la moto de un policía municipal. El trío de italianos volaba y mientras en las subidas ‘Pippo’ llevaba la iniciativa, en el descenso era Paolini quien se lanzaba a tumba abierta. Gatto, como buen esprinter, aguardaba la recta de meta.
“Los datos que hemos obtenido nos ayudarán a comprender mejor la dificultad del recorrido”, explicaría después Cassani, que ordenó a los ciclistas a que la tercera y última vuelta la hicieran a rueda de una moto. Pozzato, Paolini y Gatto subían a 45 km/h, pero a ese ritmo sólo ‘Pippo’ aguantó hasta arriba.
“Son corredores expertos y su opinión nos ayudará mucho”, añadió Cassani, que no descarta volver a Ponferrada una vez más, “en junio o en agosto”, con los jóvenes, en los que tanta confianza tiene para el futuro. “En Italia tenemos 125 profesionales”, decía. “Pero 51 tienen menos de 25 años”, añadía con esperanza y tras comprobar que los transalpinos están pasando desapercibidos en las clásicas de abril, otrora su reino.
La paliza que se dieron los ciclistas mereció sin embargo la pena. “Es un recorrido muy bonito”, decía al término del test Paolini, quien lograra un bronce en 2004. “Creo que se adapta muy bien a los corredores italianos, como por ejemplo a Pozzato. Espero que, como poco, logremos una medalla”, añadía reconociendo que, sobre el papel, quizás Sagan y Gilbert sean los máximos favoritos.
“Al final se hará muy duro porque son muchos metros de desnivel”, explicaba Pozzato. “Es bueno para Gilbert, pero también para Sagan y Valverde. ¿Joaquín Rodríguez? Para mí es el favorito número 1 al Giro”, añadía. “A mí me ha gustado mucho el recorrido”, insistía, luego habrá que meterle también en las quinielas. “Quiero hacer la Vuelta a España porque es la mejor preparación para el Mundial”, zanjaba.
También Gatto regresó contento para Italia. “Es un circuito que se adapta muy bien a mis características”, decía el velocista del Cannondale. “Al final se hará duro, pero la última subida no es demasiado larga –poco más de un kilómetro- y creo que podría pasarla, aunque a Pozzato le va mejor”. A la hora de hablar de favoritos, Oscar lo tiene claro: “Gilbert está muy bien y Sagan es temible en todo tipo de recorridos, pero hasta el Mundial queda mucho y todo dependerá del programa que hagan, porque correr el Tour penaliza mucho el Campeonato del Mundo”. A lo que Cassani añadía: “La teoría dice que podrían llegar 30 delante, pero eso es teoría y lo cierto es que la última vuelta, con 3.900 metros de ascensión en las piernas, se hará durísima”, aunque en su abanico de candidatos mete a corredores como Degenkolb y Gerrans.
Bien porque estrena seleccionador –Cassani en el puesto de Bettini- o porque hace ya demasiados años que no suben al podio, desde 2008, lo cierto es que Italia no quiere dejar ningún cabo suelto y sueña con recuperar el arcoíris en Ponferrada, según informa su gabinete de prensa.