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Amezqueta recogió su trofeo en el podio de Torredonjimeno. © RFEC
Julen Amézqueta ha conseguido una grandísima victoria en la Clásica Ciudad de Torredonjimeno, última prueba puntuable de la Copa España que finalmente se ha llevado Unai Intziarte (Gipuzkoa).
El de Estella ha realizado una carrera muy inteligente y ha cosechado así su primera victoria como ciclista. De paso, ha estrenado también el casillero de victorias del Seguros Bilbao en esta temporada.
Amézqueta se mostraba exultante al finalizar la prueba: «¡Es el día más increíble de mi vida! Nunca había ganado, ni en aficionados ni en las categorías inferiores. Y ganar en un escenario así, me está costando asimilarlo, la verdad, no me lo creo todavía». Igualmente admitía que sus sensaciones «han sido buenísimas durante toda la carrera» y ha confirmado así que está en un gran momento de forma.
El momento decisivo llegaría en el primer puerto de la jornada. «Ha arrancado Gallego y nos hemos ido con él Bizkarra y yo. Después, en la bajada, se nos ha unido Cantero y hemos abierto hueco. Yo no he gastado nada, en los puertos, Gallego y Bizkarra se peleaban por el premio de la montaña y yo guardaba», apuntaba Julen.
Esa ha sido una de las claves de su éxito, pues el navarro ha sabido valerse de las circunstancias, de la lucha que tenían Bizkarra y Gallego por la general de la montaña de la Copa de España. «A falta de 25 kilómetros nos han dicho que teníamos 1-45 de ventaja a un cuarteto perseguidor y he visto que podíamos llegar. Pero, hemos tenido poco entendimiento y nos han llegado a pisar los talones. De hecho, a falta de menos de diez kilómetros los veíamos detrás. No me he puesto nervioso y me he metido a rueda todo el rato hasta el sprint».
Un sprint para el que no se ha amilanado, a pesar de que, como bien apuntaba al finalizar la Vuelta a Bidasoa, es su pequeño talón de Aquiles: «Tenía confianza. Sabía que el Andalucía estaba eliminado porque venía quedándose en los últimos kilómetros y los otros dos se habían dejado bastantes balas esprintándose en la montaña. He sido el que menos ha gastado durante la carrera y he llegado bien al final. He arrancado a falta de 400 metros y hasta meta».
Nada más cruzar la meta se ha acordado de su familia «que siempre está detrás» y «del equipo, por supuesto», decía.
La victoria corrobora el dulce momento que vive y su acierto en la preparación, pues tenía como objetivo hacer un buen mayo: «Se ve que he recuperado bien de Bidasoa y a ver esta semana que llega la Vuelta a Castellón». Con ganas de más y con la moral por las nubes.
Fuente: Seguros Bilbao
