Cuando aún no se ha cumplido ni la mitad de la carrera, el Tour de Francia 2014, ese que se pronosticaba como un duelo entre Alberto Contador y Chris Froome, se ha quedado sin sus dos grandes favoritos. Las miles de líneas que se escribieron sobre si el español superaba al británico o viceversa son ya papel mojado –si alguna vez fueron otra cosa- a causa de los imponderables de este deporte. Sendas caídas obligaron a los dos corredores al prematuro adiós no sin antes demostrar que ambos intentaron seguir como campeones que son hasta que la dura realidad de sus lesiones les puso en su sitio, fuera de la carretera.
No es nada extraordinario, por doloroso que sea en todos los sentidos. Pero si ratifica una vez más esa máxima sagrada del ciclismo: hasta que no se cruza la meta no se puede cantar victoria.
Por mucho que el abandono de madrileño y keniano haya ‘mermado’ la carrera, no la desvirtúa: no nos olvidemos que hay todavía casi dos semanas por delante, con un Vincenzo Nibali al que se puede catalogar como el gran favorito y al que no conviene menospreciar por el abandono de sus rivales: si gana el Tour 2014 –no volvamos a vender la piel del oso antes de cazarlo- será un estupendo vencedor, ya que durante el tiempo en que convivió en las carreteras inglesas y francesas con Contador y Froome fue mejor que ellos. Pero también hay muchos otros puntos de referencia.
Por ejemplo, ver si Alejandro Valverde es capaz de alcanzar –de permanecer, que ya está provisionalmente en él- el podio en París. Lo que parecía algo complicado, es ahora bastante probable. O ver si Porte se reivindica como líder alternativo para Sky como viene pidiendo desde el año pasado. O si la nueva generación francesa es capaz de ser algo más que un humo periódico. Y, para los españoles, si ese ‘Purito’ cara B nos es capaz de ilusionar en su lucha contra el ‘maillot a pois’.
Y volviendo con nuestros dos héroes caídos, aunque el pronóstico –y alcance- de sus lesiones es aún reservado, si nada se tuerce, podemos comenzar a soñar con la mejor Vuelta a España de la historia, con la presencia, además, de Nairo Quintana y ‘Purito’ en su mejor versión.