El próximo domingo la localidad de Gieten (Países Bajos) dará el pistoletazo de salida a la 33ª edición del Superprestigio de cyclo-cross, una edición que vendrá marcada, fuera del plano meramente deportivo, por dos apuestas. Por un lado, los organizadores han decidido aumentar la cuantía económica destinada a los premios para la categoría masculina y, por otro, han optado por hacer más caso (un poco) a la categoría femenina, aunque las chicas seguirán sin tener una clasificación final.
En este sentido, Etienne Gevaert, uno de los responsables de esta challenge invernal, aseguró que “por primera vez vamos a trabajar con contratos fijos con las chicas. La UCI nos ha pedido tener más atención con la categoría femenina y es algo que hemos aceptado hacer con agrado, aunque en el pasado no siempre ha sido algo fácil de hacer ya que no todas las grandes estrellas querían venir a nuestras pruebas”.
Pese a estar bonitas palabras de Gevaert, lo cierto es que este año, y ya van unos cuantos, sigue sin existir una clasificación para las chicas, algo que, evidentemente, puede ser una de las razones principales por esa falta de interés por parte de las corredoras más potentes por estar presentes en las pruebas del Súperprestigio. Pese a que se le preguntó por ello, Gevaert no hizo declaración alguna sobre si este punto será corregido en un futuro cercano.
Otro gran factor que podría despertar el interés de las chicas igual que lo hace con sus homónimos de la categoría masculina es el de los premios en metálico. Los Sven Nys y compañía tendrán este año 5.000 euros más para repartirse respecto a la edición anterior. Así, el Súperprestigio pasará a repartir un total de 80.000 euros frente a los 75.000 del pasado año. Esto implica que el vencedor final recibirá un cheque por valor de 27.500 euros (la pasada temporada fueron 26.000).