Se conocieron hace un año, pero el “feeling” les ha hecho crecer juntos con la misma intensidad de una amistad forjada en la niñez.
Es cariño mutuo lo que les hace pedalear duro en su tándem. Tan sólo eso. Noel pedalea para que Carlos se sienta como cualquier chico que quiere montar en bicicleta. Y Carlos para que el viento en la cara le haga sentir lo que su ceguera se empeña en negarle. Y juntos han llegado a ser campeones del Mundo. Por amistad.
Sin embargo, el día a día de Noel y Carlos no se puede costear tan sólo con un maillot arcoíris. Sin más color. Necesitan pagar el piso donde viven juntos. Necesitan un sponsor. Te lo cuentan ellos mismos. Escúchalos. Tal vez tu marca crea en ellos.
Fuente: Rafa Simón