No hay mejor regalo que la tranquilidad. Acompaña a todo lo demás. Al mérito, al esfuerzo…y al reconocimiento. Por eso, Airán Fernández volvió de Japón con un poquito de eso en su maleta. De reconocimiento. Se la dieron desde su equipo, el Matrix, de categoría continental, donde le dijeron en una reunión previa a su viaje a España que su billete sería de ida. Que volviera el año que viene. Su renovación iba en el billete.
Por eso, el corredor catalán ha podido disfrutar de unas vacaciones tranquilas: “Estoy satisfecho y, sobre todo, muy contento por continuar en el Matrix. Soy consciente de que las cosas están difíciles en Europa, así que continuar en el equipo es la mejor noticia que me podían haber dado”, reconoce sin tapujos.
Ahora, Airán prefiere ir paso a paso: “Estoy tomándome la pretemporada con calma, no empezaremos la competición hasta finales de marzo o principios de abril, en función de cómo perfilemos el calendario, ya que no es como otros años que en febrero ya tenías que estar a tope”, explica.
Eso si, para la temporada que se avecina, el equipo habrá sufrido algún cambio de importancia, y él es consciente de ello: “Va a ser un año más fuerte que el pasado, sin duda. Nosotros vamos a perder a una gran corredor como Edu Prades, pero contaremos con José Vicente Toribio, que es un corredor de nivel, además de algunos chicos japoneses que refuercen la estructura. Por supuesto Benjamí Prades seguirá siendo un corredor de garantías para el equipo, como el año pasado”, describe.
Por otro lado, el de Terrasa aún no quiere hablar de objetivos claros: “No nos marcamos uno claro a priori, aunque por supuesto lo importante será ganar el mayor número de carreras posibles”, matiza con firmeza.
Así, 2014 ya queda para él como un año en el que “tuve la gran suerte de encontrar un equipo como el Matrix, además de haber disfrutado de la experiencia de vivir en Japón y, encima, haber ganado una carrera en profesionales (Wajima Road Race, perteneciente al Japan Pro Tour)”, describe entre sonrisas para, segundos después, formular un deseo: “quiero que 2015 me respete en cuanto a salud y caídas, que en 2014 tuve algunas y no me dejaron rendir a mi nivel”, recuerda.
Airán toma aire de nuevo, relaja el gesto, sabe que todavía tiene tiempo para disfrutar de su familia, de sus amigos. No volverá a Japón hasta marzo. Volverá a ir a la residencia de su equipo, en Osaka. Allí dejó parte de su ropa, así que la maleta será menos abultada. La tranquilidad es lo que tiene. Que te quita un peso de encima.
Fuente: Rafa Simón. Prensa Airán Fernández