14ª Tour Francia: Trentin se estrena

El italiano no se lo cree / Foto Tour

Fernando Ferrari / Ciclo 21/

Italia estaba pasando más que desapercibida en este Tour de Francia. Su mejor hombre hoy en la salida era Davide Malacarne en la 29ª plaza. Un grupo de ciclistas sin ninguna posibilidad de estar en los Campos Elíseos, ya desde la salida corsa. Así que sólo les quedaba optar al listado de ganadores de etapa. Y, catorce jornadas después, se han estrenado por partida doble. Unos como nación en esta centenaria edición y, sobre todo, Matteo Trentin, como elite UCI. El corredor de 23 años -24 el mes que viene- no tuvo mejor teatro en el que anotar su primer éxito que en todo un Tour de Francia, después de dos años y medio en la máxima categoría. Un corpulento rodador de casi 1,80 metros, ideal para formar el tren que lanza a Mark Cavendish, con la confianza total del manager Patrick Lefevere -tambien estuvo en el pasado Giro- y que hoy ha demostrado su inteligencia táctica en carrera. Primero para colocarse en la escapada buena y segundo para rematar en el carrusel de ofensivas por las calles de Lyon. Virtudes suficientes para olvidar su casillero a cero y seguir la racha del Omega Pharma, segunda victoria consecutiva y cuarta de catorce posibles en el Tour. Saldo impecable.

Y de esta forma, Italia, 1-España, 0. Hoy José Joaquín Rojas, el hombre rápido del Movistar, tuvo una ocasión de oro, una más, para por fin estrenarse en el Tour y en una gran vuelta y fimar la primera victoria doméstica en Francia. Pero no fue posible. Entre unas cosas y otras el murciano no remata, a pesar de tener en la fuga la compañía de su colega de equipo Imanol Erviti. El ataque final de Julien Simon -ganador de dos etapas en la Volta Catalunya 2012-, la posterior respuesta de Albasini –vencedor también de dos etapas y la general en aquella gélida Volta– y la cercanía de la pancarta, hizo que Rojas, vigilado por todos, fuera el improvisado lanzador del resto. Y Trentin, aquejado de calambres, se soldó a su rueda, y superó a todos con suficiencia, incrédulo, con las manos en la cabeza, pero con el podio y los aplausos asegurados. Rojas se quedaba en puertas una vez más. Su última victoria data de la 1ª de la Vuelta al País Vasco (Güeñes) en 2012 hace 15 meses y así sigue. Ocasiones como las de hoy se presentan pocas, pero al menos tiene la alternativa de buscar otra fuga como la de hoy y probarlo. No le queda otra. Menos favorito era Egoitz García, el vasco del Cofidis, que tiene su cierta punta de velocidad, y al final cierra su mejor etapa en este Tour con un quinto lugar, pero con esa sensación de haber tenido la gran oportunidad.

Las convulsiones de la etapa anterior con el percance de Valverde, el ataque de Contador y la cesión de Froome no tuvieron continuidad en una jornada en la que sí se cumplieron los pronósticos. De ahí esa fuga de dieciocho corredores –Bak, Burghardt, Van Garderen, Bakelants, Voigt, Gautier, Vichot, Kadri, Brutt, Erviti, Rojas, García, Trentin, Millar, Talansky, Albasini, Geschke y Simon– que al final sí fue capaz de llegar a las abarrotadas calles de Lyon y decidir entre ellos el vencedor de etapa, mientras el Sky se dedicó atrás a controlar de manera cómoda la ventaja sin apenas sobresaltos. A pesar de ello, Talansky, con la renta alcanzada, asciende del 17 al 12º puesto de la general, aunque con seguridad mañana el Mont Ventoux le devuelva a su lugar natural. Y en la gran ciudad francesa, artillería por doquier, ataque muy serio de Simon, pero sin fuerza en el último kilómetro, que provocó la casi fusión de todos, con el resultado exitoso de Trentin y el pelotón del líder a más de siete minutos. Una circunstancia que permite al Movistar recuperar casi 14 minutos al Saxo en la clasificación por equipos, subiendo al segundo puesto de la general y recuperando opciones para el podio de París.

Y mañana una cita imperdible en la cima del Mont Ventoux, el mítico puerto de dos caras, la boscosa y la pelada, lunática, escenario de gestas épicas, muerte, dolor y alegrías como la de Juanma Gárate en 2009, el último ganador de etapa en el Tour en su cumbre. Mañana tendrá sucesor tras un eterno viaje de 242,5 kilómetros, todo un ejercicio de fondo físico y mental para llegar a Carpentras con la mayor frescura posible. Un lugar ideal para calibrar la solidez de Froome –no descartemos que saque tiempo– y su equipo Sky y el carácter ofensivo del Belkin -Mollema-Ten Dam- y Saxo -Contador-Kreuziger-, el oportunismo de Euskaltel con Nieve y Antón para aspirar a la etapa y la táctica de Movistar con Quintana como hombre para la general y para que un colombiano pise por vez primera la meta como ganador en la decimocuarta ascensión de la historia. Alicientes por doquier.

http://youtu.be/CaEiupn9C9U

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