Fernando Escartín, ex ciclista que nos dejó grandes momentos en los 90, con actuaciones memorables en la Vuelta a España y Tour de Francia y que hoy preside la Peña Ciclista Edelweiss, organizadora de la Quebrantahuesos y Treparriscos, nos habla de la Quebrantahuesos.
-Se cumplen 25 años de la Quebrantahuesos, ¿es el signo inequívoco de que ha sido un éxito total desde su creación?
-Sí, por supuesto que sí. Es muy importante la continuidad y la evolución que ha tenido cada año porque no ha dejado de crecer en ningún momento. Eso es súper importante, así como el trabajo durante muchos años en un pueblo, Sabiñánigo, donde los voluntarios lo han dado todo y la han llevado a ser la más importante de España con diferencia.
-¿Se imaginaron alguna vez que la prueba tendría tanto éxito y asumiría tanto prestigio?
-La verdad es que no, yo personalmente no. Desde mi punto de vista no me imaginaba que llegaríamos a tanto en cuanto al número de gente que participa. Después, conforme van pasando los años, te das cuenta en lo que se ha convertido. Pero es un trabajo de muchísimos años. Yo llevo cuatro años, pero el trabajo que se ha hecho anteriormente ha sido sensacional.
-¿En qué se diferencia la Quebrantahuesos con las demás pruebas ciclistas?
-Son muchas cosas. Yo creo que lo principal es el voluntariado, que te atiendan de forma perfecta. Al fin y al cabo, una prueba como la Quebrantahuesos es un cúmulo de circunstancias que hacen que sea la más grande. El recorrido, que pasa por puertos míticos del Tour de Francia, también es clave. Que puedas subir un Marie-Blanc, o puedas subir un puerto mítico de los que suben los profesionales, gusta mucho.
-A nivel organizativo, ¿cuáles son los pasos que hay que seguir para realizar una prueba de este calibre?
-Hay que tener una cosa muy clara, y es que es algo para los cicloturistas. Ese es su día. Así que intentamos solucionar todos los problemas que puedan ir surgiendo para ser mejores. Ahora ya es muy difícil hacerlo mejor, porque está a un nivel altísimo, pero si das un buen servicio y el recorrido es extraordinario, la gente vuelve.
-¿Qué representa para Sabiñánigo que cada año se realice la prueba?
-Muchísimo. Quieras que no, la gente viene desde toda la vida y siempre ha vivido la prueba con gran cariño. Es como si fuera del pueblo. Por ejemplo, la mayoría del voluntariado es de Sabiñánigo.
-El ambiente externo de competición, los voluntarios, los aficionados apoyando, hace que los participantes se sientan profesionales por un día. ¿Este ambiente es lo máximo para un ciclista amateur?
-Sí. Para ellos, poder estar allí, disfrutar y subir el Portalet lleno de gente y sentirse profesionales les gusta mucho.
-De cara al participante, ¿cuáles son los puntos clave de la prueba desde un punto de vista físico y mental?
-Uno de los puntos importantes es el paso por el Marie-Blanc, ya que es muy duro y marca mucho lo que es la prueba. Pero todo en sí, porque los cicloturistas se toman este puerto como un reto personal. Ves que llevan el tiempo en el manillar que han hecho en el Somport, otro en el Marie-Blanc, otro en el Portalet… Lo tienen como un reto personal y lo viven apasionadamente.
-De los cuatro puertos, ¿cuál es el más temido? ¿Y en el que más disfruta el participante?
-Sin duda, creo que el más temido es el Marie-Blanc por su dureza. En el Marie-Blanc está marcado un poco el punto en el que saben si pueden aguantar la prueba o no. Y el que se disfruta más es el Hoz de Jaca, porque es el último. Es un puerto que está al final de la prueba y la gente ya sabe que podrá alcanzar su sueño.
-¿Cómo definiría, en una frase, el Somport?
-Es un puerto largo, no excesivamente duro, que marca los primeros compases de la prueba.
-Marie-Blanc
-El talón de Aquiles de esta prueba, un puerto durísimo, donde si no regulas mucho tu fuerza, te puede pasar factura de cara al final.
-Portalet
-Más largo que un día sin pan. Son 29 kms de puerto, en los que tardas aproximadamente una hora y media en subirlo.
-Hoz de Jaca
-El último obstáculo de la jornada.
-¿Cuáles son las claves para poder terminar la marcha?
-Teniendo en cuenta que es una prueba de gran fondo, lo que yo creo que hay que hacer es tomárselo con tranquilidad, conservar la calma y regular fuerzas constantemente.
-¿Cómo de importante es la fuerza mental para lograr terminarla?
-Es muy importante saberse dosificar en todo momento y prepararse para un día de esfuerzo. Hoy en día los cicloturistas se entrenan mucho y no es que tengan grandes problemas en acabarla, hay otras que son más duras. Pero los nervios y la tensión que se pasa en esta prueba en la que sale tantísima gente hace que sea especial respecto al resto.
-¿En qué punto los ciclistas deben ir con más cuidado?
-Todas las bajadas, porque en una de ellas siempre está el riesgo de poderse caer o tener algún incidente. Pero quitando eso, no tiene ningún tramo peligroso.
-¿Cómo explicaría a un ciclista que nunca haya corrido la QH lo que se siente ese día?
-Le diría que se siente alegría y estupor al ver que salen tantísimos ciclistas a la vez en una prueba. Se pasan nervios, tensión, pero la guardan todos con un grandísimo cariño.
-¿Cuántos avituallamientos se instalan y qué se le proporciona al corredor?
-El primer avituallamiento está en el Somport, otro en el Marie-Blanc, el tercero en el Portalet, el cuarto bajando Formigal y el quinto en Hoz de Jaca. Hay cinco y lo que se proporciona es agua, barritas energéticas, frutas, pastelitos y geles.
-¿Cuál cree que es la parte más bonita de la carrera en cuanto a paisaje?
-Me quedo con el Portalet. Todos son bonitos, pero el Portalet tiene unos paisajes preciosos gracias a su altura.
-¿Cuál es la impresión general de los corredores al acabar la Quebrantahuesos?
-En los primeros cinco minutos dicen que no van a volver más porque han sufrido mucho, pero una vez se han tomado la primera cerveza ya se les ha pasado y están deseando volver de nuevo.
-Viendo lo consagrada que está la prueba, ¿qué futuro le augura?
-Le auguro un futuro muy grande. Esta prueba es muy grande. Cualquier prueba deportiva corre el riesgo de poder desaparecer algún día, pero la nuestra está muy consagrada y es muy difícil que esto suceda.