La Ciudad Autónoma empezará a construir tras el verano el primer carril-bici de Melilla, que estará ubicado en el paseo marítimo y tendrá una extensión de 3,2 kilómetros, lo que obligará a reducir los carriles actuales para vehículos de los dos actuales a uno solo. Este carril-bici, que está incluido en la red de los quince corredores ciclistas que se ha diseñado en el marco del Plan de Movilidad Sostenible de Melilla, conectará el dique sur con la Plaza de España y contará con una inversión de casi 48.500 euros, la mayor parte para la instalación de elementos separadores y la señalización.
El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, acompañado por el consejero de Seguridad Ciudadana, Francisco Javier Calderón, y el urbanista José Luis Cañavate, asistieron a la presentación de esta iniciativa, prácticamente la primera del Plan de Movilidad Sostenible de la ciudad autónoma. Este último destacó el hecho de que esta primera actuación se lleve a cabo en el paseo marítimo, que es «una de las piezas más simbólicas del espacio público y la convivencia ciudadana», ya que el carril bici permitirá que «se empiece a visionar desde la utilización múltiple», asignando un reparto diferente del perfil viario a todos los usuarios. Sin embargo, no será hasta más adelante cuando se decida si serán carriles independientes para bicicletas o éstas tendrán que compartir la calzada con los vehículos a motor, cuestión que será determinada en una segunda fase del Plan de Movilidad.
Imbroda ha destacado la «firmeza» de la decisión de su Gobierno de hacer de Melilla una ciudad «más humana» en la vida diaria de sus calles y carreteras, aunque ha dejado claro que está en contra de «los fundamentalismos» por parte de aquellos que pretendan transformar la ciudad para que «sea mejor para un 10 % y peor para el 90 % restante».