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Froome, en la terraza de un hotel
El británico Chris Froome (Sky) admitió ante varios medios de comunicación de su país que se saltó dos controles antidopajes, uno en 2015 y otro en 2010.
El reciente ganador del Dauphiné dijo que el de comienzos de este año fue debido al personal de un hotel italiano que no dejó subir al inspector de la UCI a su habitación, que compartía con su mujer. «Las autoridades acudieron a las 7 de la mañana a realizar un control. El personal del hotel no les dio acceso a nuestra habitación y tampoco les dejó que nos llamaran. Así que cuando bajamos al desayuno a las 8.30, nos dijeron: ‘Ok, los chicos de antidopaje vinieron aquí a hacerte el test esta mañana, pero nuestra política del hotel no les permite molestar a nuestros clientes o dejar que alguien les moleste'», reconoció el ciclista que afirmó sentirse «frustrado» por la situación.
Tras la entrada del nuevo Código Mundial Antidopaje el 1 de enero de 2015, los deportistas serán sancionados si se saltan 3 controles en menos de 12 meses, por lo que el pupilo de Sir Dave Brailsford no tiene ningún tipo de problema para seguir compitiendo. Una situación que afecta a varios corredores -que no se apellidan Froome- durante toda la temporada por los, a veces, problemas entre colegiados y corredores para coincidir, como pasó, por ejemplo, en la Vuelta a España de 2013 con el ganador Chris Horner, al día siguiente de su triunfo en Madrid.
El británico fue también noticia recientemente al prohibirle la UCI la posibilidad de dormir en un autocaravana en el próximo Tour de Francia, como sí hizo el australiano Richie Porte en el pasado Giro de Italia hasta su abandono. En 2014, el ganador de Tour de Francia 2013 fue objeto de la polémica tras captar las cámaras de televisión cómo se administraba un medicamento permitido por un inhalador en plena carrera.
Un Pecharromán pero a lo grande, como todo lo de la brigada paracaidista de Murdock.