Astana y su mánager, el controvertido Alexandre Vinokourov, han decidido saltarse las normas del Movimiento por un Ciclismo Creíble (MPCC) y mantiene al holandés Lars Boom en la línea de salida de la contrarreloj de la 1ª etapa en Utrecht.
Una tarde, madrugada y mañana eternas que se han saldado como si no hubiera pasado nada. Pero sí. El organismo que preside el exprofesional y director Roger Légeay -como acostumbra en las vísperas de las grandes vueltas- realizó 14 controles anónimos y entre ellos Boom fue el único que presentó niveles bajos de cortisol y por ello se desveló su identidad. Una circunstancia que obliga a los equipos afiliados a retirar al ciclista para «preservar su salud», a pesar de que la UCI permite su presencia en carrera.
La alarma saltó en el grupo que lidera Vincenzo Nibali, el dorsal 1. Un colectivo que camina en el UCI World Tour en libertad vigilada después de que la Comisión de Licencias de la UCI le permitiera seguir en competición después de los cinco casos positivos de 2014 -2 (un Iglinskiy presente en el pasado Tour) del conjunto principal y 3 del continental- y que ahora se ve de nuevo salpicado por la polémica.
El plan B de Vinokourov fue llamar a Alessandro Vanotti para suplir a Boom y seguir en el MPCC, pero la UCI no se le permitió porque ya estaba cerrada la inscripción oficial y los dorsales asignados. Así que el vigente campeón olímpico de fondo optó por el plan C. Saltarse las normas que firmó con el movimiento, mantener a Boom en carrera -pieza clave la del ganador del año pasado en la mítica etapa de Arenberg para Nibali en la jornada de Cambrai- y seguir en el Tour de Francia como si nada hubiera ocurrido.
El conjunto asiático ha emitido un comunicado oficial justificando la presencia de Boom. «El personal médico del Astana examinó Boom con el fin de evaluar la salud del deportista y la viabilidad para el Tour de Francia. Un nivel de cortisol bajo es motivo para dejar a un corredor un mínimo de ocho días sin competir con el fin de evitarle cualquier riesgo de salud de acuerdo a las reglas establecidas por el MPCC, del que Astana es miembro. El médico del equipo ha diagnosticado que dicho nivel bajo de cortisol de Boom es consecuencia de un largo y conocido tratamiento conta el asma del corredor y no es una violación de las normas y reglamentos de la UCI. No hay peligro para su salud y su seguridad para iniciar el Tour de Francia 2015″. La formación asegura que seguirán controlando a nivel interno los valores de Boom durante la carrera.
Lars Boom dio su versión a la televisión holandesa NOS. «Desde luego, no he hecho ninguna locura. Siempre he estado al ciento por ciento contra el dopaje y nada ha cambiado». Y cuenta lo ocurrido. «Me quedé en silencio en la cama cuando llegó el médico. Luego siguieron unas horas caóticas. No pude dormir bien en absoluto. Por supuesto que me ha afectado, pero no tengo que preocuparsme porque no hay nada de qué preocuparse». El holandés aclara que «tengo una medicación para el asma que uso desde hace diez años. También he estado enfermo por lo que esos factores han influido».
Una acción que deja en evidencia la falta de respeto por las reglas de Vinokourov y el equipo que dirige en materia de salud y dopaje y la existencia y eficacia de un MPCC al que no pertenecen escuadras como el Movistar español -sí el Caja Rural– o el Sky británico. No es el primer conflicto del año. Los equipos italianos Lampre -por mantener el contrato al sancionado Ulissi- y Bardiani -por no retirar a un corredor no identificado en el pasado Giro como Boom- y Southeast se dieron de baja esta temporada.
Casos recientes son los del Lotto NL holandés que sí excluyó antes de la salida del pasado Giro al neozelandés Sam Bennett -aunque después también abandonó el MPCC- o todo un dorsal 1 de la Vuelta a España como Chris Horner el año pasado. Situación que entonces sí asumió el Lampre.