Jesús Ángel Santos Redín perdía la vida el pasado sábado cuando circulaba en bicicleta de montaña por un tramo del GR99 en Cantabria, un sendero completamente balizado y de uso frecuente que forma parte de un itinerario que sigue el río Ebro hasta su desembocadura, según publica ESMTB.com
Según personas conocedoras de la zona se trata de un tramo amplio y limpio. Atravesándolo se había instalado un cable sin señalizar que cruzaba el camino de lado a lado sujeto a dos estacas, a la altura de la cintura y que formaba parte de un tendido de pastor eléctrico. Se trata de un dispositivo para prevenir que los animales salgan de los límites de una finca, puesto que al contacto con el cable este realiza una descarga eléctrica.
Sin embargo, en esta ocasión se había situado en un recorrido de uso habitual, que incluso se presenta como itinerario para ciclistas y senderistas en varias guías turísticas.
El cuerpo de la víctima fue hallado en el suelo, al lado del cable y junto a su bicicleta por parte de otro ciclista que fue quien avisó a los servicios de urgencia, que no pudieron salvar la vida del accidentado. A falta de conocerse los detalles de la autopsia la Guardia Civil ya ha localizado a las dos personas que sería responsables de la colocación del cable, aunque ninguna de ellas ha sido detenida.
La aparición de todo tipo de trampas contra ciclistas ha proliferado en los últimos meses hasta convertirse en un auténtico dolor de cabeza para las autoridades que poco pueden hacer para atajar este tipo de acciones delictivas.