Su instinto no falló. Decidió abandonar en el Tour de Japón, donde ya poco podía hacer para apoyar a Pujol en las etapas de montaña y se embarcó en el Tour de Corea. Su decisión fue certera: 1 etapa, varios puestos de honor y un liderato virtual que iluminaron de nuevo a Jon Aberasturi, aquel vasco que superó un año sin equipo para seguir triunfando.
La primera bala disparada en Corea no pudo ser más resolutiva. Su gol fue tempranero: “La primera etapa era clara para mis opciones, así que no me lo pensé”, explica. Aunque jugó al estilo “Freire”. Aplicando un sexto sentido entre la “marea de codos”: “La gente rápida buscaba la rueda del Drapac, yo elegí otras y acerté”, recuerda con una sencillez que llega a desconcertar.
Ese resultado le otorgó un liderato “artificial”, que, aunque no era lo que buscaba, tampoco lo iba a regalar: “Sabía que la sexta etapa rompería la carrera, pero tampoco iba a tirar el liderato. En todo caso actué como un líder que disputaría cada sprint”, matiza.
Así, la segunda etapa fue un calco de la primera, aunque reconoce que le falló la colocación, así como el cuarto día, donde el Drapac, que trabajaba para Jones, o el ONE Pro Cycling, que hacía lo propio para Opie, jugaron bien sus cartas, relegándole ambos días a una ingrata y segunda posición.
En la quinta etapa perdería el liderato y el sexto le alejaría definitivamente de la general, tal y como vaticinó. Decidió entonces guardar fuerzas para la última etapa, la octava, con salida y llegada a Seúl: “Me seguía encontrando bien, por eso me volqué en esa etapa, pero de nuevo fue imposible colarme entre los dos ´trenos´, el del Drapac y el del One Pro Cycling, así que tuve que contentarme con ser tercero”, lamenta.
Sin embargo, sonríe, su balance en Corea es altamente positivo: “Me he llevado una etapa, muchos puestos de honor y he llevado tres días el maillot de líder, tampoco me voy a quejar”, explica. Ahora llega el Tour de Kumano: “Iremos a apoyar al equipo, a que consiga la victoria en la general, y, si hay alguna etapa en la que pueda tener opciones, lo intentaré”, concluye Aberasturi, el sprinter vasco de instinto vencedor, como informa Gorama.