Redacción / Ciclo21
En 2013, un hombre atropelló en la carretera A-384, en el término municipal de Campillos, a dos ciclistas, y como consecuencia de aquello ambos murieron: uno sufrió traumatismo craneoencefálico y el otro, politraumatismo, falleciendo ambos en el mismo lugar del accidente. Hoy ha reconocido los hechos ante un tribunal y ha aceptado una condena de dos años y medio de prisión y retirada de carné de conducir por los delitos de imprudencia grave y contra la seguridad del tráfico. El conductor, en el momento de los hechos, había bebido y había consumido sustancias psicotrópicas.
El juicio se ha celebrado hoy en el Juzgado de lo Penal número 1 de Málaga. El acusado ha reconocido que el día de los hechos, el 10 de febrero de 2013, conducía bajo los efectos de psicotrópicos y del alcohol. Según la acusación, el procesado invadió el arcén del margen derecho por donde circulaban los ciclistas, colisionando por alcance con los mismos, sin percatarse de su presencia, «embistiéndolos y lanzándolos por el aire hasta caer al suelo».
La investigación de lo ocurrido dejó claro que el acusado «en ningún momento» accionó los mecanismos de dirección y frenado, dando 0,49 miligramos de alcohol por litro de aire espirado en la primera prueba y 0,51 en la segunda, además de positivo en anfetaminas y MDMA.
Para este caso se planteaba una pena de tres años y medio, pero los familiares de los fallecidos han confirmado que han preferido llegar a un acuerdo para asegurarse de que entrase en prisión y han lamentado que las penas por este tipo de delito sean tan leves.
Según el fiscal, el acusado tenía limitada «gravemente» su aptitud para el manejo de vehículo debido a la ingesta de alcohol y sustancias psicotrópicas, lo que le supuso «lentitud de reflejos, reducción del campo visual y alteraciones de la percepción».
Además, presentaba otros síntomas, como pupilas algo dilatadas, habla y deambulación titubeante, rostro congestionado, ansiedad y halitosis alcohólica «notoria» a distancia.