El ciclista valenciano, Adrián Palomares, corredor representado por Velofutur, vivirá a partir de mañana una edición muy especial de la Vuelta a Portugal, puesto que es probable que se trate de una de sus últimas competiciones como ciclista profesional.
-¿Cómo te sientes ante la Vuelta a Portugal?
-Muy ilusionado. He entrenado fuerte. Es verdad que me debe faltar ritmo porque no he corrido desde el campeonato nacional, pero he entrenado bien y espero dejar un buen sabor de boca en esta carrera, porque además es más que probable que se trate de una de mis últimas pruebas como profesional.
-Por tanto, ¿te planteas la retirada a finales de este año?
-Sí, creo que todo en la vida tiene sus ciclos. Y tal vez el final del mío ha llegado. No puedo decir que sea una decisión tomada al ciento por ciento porque nunca sabes que puede pasar en los próximos meses, pero lo normal es que haya llegado la hora de dejarlo.
-¿Y te queda alguna espinita clavada?
-Siempre hay sueños por cumplir. Por ejemplo, me habría gustado correr un Tour de Francia. Pero sinceramente si pienso que con 14 años me preguntan si firmo lo que ha sido mi trayectoria, seguro que habría dicho que sí. Al final, he tenido la suerte de conocer a muchas personas, hacer amigos de verdad dentro del mundillo y competir durante muchas más temporadas de lo que jamás habría imaginado. También pude correr la Vuelta a España y subir al podio de Madrid (corredor más combativo) o ganar en países como Portugal, Alemania o Inglaterra. Yo estoy contento, pero me gustaría cerrar el ciclo con una buena actuación en la Vuelta a Portugal.
-En ese sentido cabe recordar que Portugal fue el país que te dio la oportunidad de ser profesional.
-Exacto. Es algo que yo nunca olvido. Y tampoco puedo olvidar a mi director en Boavista, El Profesor. Él fue quien me dio la oportunidad y con él me formé como ciclista. En mis primeros años, corrí hasta siete veces la Vuelta a Portugal. Sólo me la perdí por una fractura de clavícula y el primer año de Kaiku, porque no la hicimos. Pero era uno de los fijos. Luego tuve la oportunidad de poder correr la Vuelta a España y llevaba ya varios años sin poder venir a la Grandísima, así que la echaba de menos. Pero es una gran alegría poder correr de nuevo aquí y hacer mi octava Vuelta a Portugal. Creo que es el mejor broche que puedo poner a mi carrera: despedirme en la prueba en la que tanta ilusión puse en todos mis primeros años. Quiero agradecer también a Joaquim Gomes y a la organización, PAD, que hayan confiado en nosotros y trataremos de hacerlo lo mejor posible.
-Y tu experiencia en Holanda, ¿como la describirías?
-Enriquecedora. El año pasado ya me planteaba la retirada, pero surgió esta posibilidad de correr con ciclistas jóvenes y en un país como Holanda y decidí continuar porque era algo diferente, motivador. Me ha venido bien para intentar mejorar el inglés y para convivir con ciclistas con una mentalidad muy diferente a la nuestra, puesto que ellos son más clasicómanos y rodadores. Es diferente y, como decía antes, enriquecedor. Por eso mismo te comento que creo que la decisión de dejarlo es firme, pero hay proyectos a los que a veces no se puede decir que no. Por ejemplo, Antonio Cabello es otra persona a la que jamás le podría decir que no. Él me repescó después de un año sin correr y en Andalucía siempre me sentí muy a gusto. Y eso se vio en la carretera, porque fueron años de buenos resultados. Con Cabello también me siento en deuda y es otra persona que ha sido muy importante en mi carrera deportiva. Pero prefiero no citar más nombres porque si no, seguro que me dejo más de uno que también se lo merece. Ahora es el momento de centrarme en la Vuelta a Portugal y disfrutarla día a día. Sinceramente, me apetece mucho correr esta Vuelta a Portugal sin una presión concreta por un resultado. Voy a correr simple y llanamente pensando en ser feliz, en disfrutar y en hacer disfrutar al aficionado español y al portugués, que siempre me ha apoyado tanto durante mi carrera deportiva.