El Comité Directivo de la UCI aprobaba en la reunión mantenida esta semana en Wollongong la Agenda 2030, presentada posteriormente en el Congreso del máximo organismo internacional. Se trata de un documento de casi 130 páginas, redactado en nueve lenguas, entre ellas el castellano, que se trata de la ‘hoja de ruta’ de la UCI para los próximos ocho años, con el objetivo de desarrollar el ciclismo, fortaleciendo su universalidad, buscando la innovación y la promoción del ciclismo sostenible, entre otros valores.
Según este documento, la pista es la cuarta disciplina a nivel mundial en número de practicantes (46.348 frente a los 365.840 ciclistas de carretera), y competiciones (1.847 frente a las 18.797 de carretera), en 576 velódromos en todo el mundo para practicarla.
Dentro del objetivo general de atraer nuevos públicos para el ciclismo, desarrollando el ciclismo femenino para fomentar la igualdad de género, para la pista se busca ante todo la modernización, que en cierto modo pasa por la consolidación de la Liga de Campeones, pero también por “diseñar una estrategia de utilización de los velódromos”, ayudando a las Confederaciones Continentales a desarrollar un calendario de competiciones de ciclismo en pista más amplio, con una mayor repercusión mediática.
Este interés mediático se debe extender a los deportistas, a conocer mejor el esfuerzo que desarrollan, como en la Liga de Campeones, o en programas del tipo ‘behind the scenes’.
Sobre la Liga de Campeones, se reconoce por primera vez el problema existente para atraer a los mejores fondistas debido a las restricciones del calendario -de carretera- y se aspira a conseguir una mayor internacionalización de las sedes en los próximos años.
Sin embargo, también se destaca que la evolución tecnológica puede suponer una ruptura de la igualdad entre deportistas y entre naciones, con ventaja considerable para determinados corredores. En este sentido la UCI incide en el documento que se prohibirá todo prototipo, de tal forma que “cada deportista disponga de las mismas oportunidades que los demás”.
También se señala la integración del Campeonato del Mundo junior de pista en los Super Mundiales, algo que no sucederá con la pista en Glasgow 2023 -aunque sí estarán presentes otros deportes-, pero que se espera corregir en Alta Saboya 2027.
El desarrollo de la inclusión y la diversidad es otro de los objetivos que aparecen en el documento, con el fin de promover “cuando sea posible” la inclusión de las pruebas paraciclistas en los Mundiales de carretera y de pista. Hay que recordar que en el Super Mundial de 2023 coincidirán las competiciones de pista y de paraciclismo en pista en una misma sede y fecha, aunque no las de carretera.