Nuevos desafíos para Alejandro Valverde en 2020

Valverde ante un nuevo desafío. © PhotoGomezSport

Óscar Trujillo / CiclismoInternacional / Ciclo21

Movistar se enfrenta a la más radical renovación en su plantilla en los 10 años que lleva la formación de Eusebio Unzué con el patrocinador telefónico. Una “nacionalización” en sus líderes (tras la salida de Nairo Quintana y Richard Carapaz que lograron las únicas tres grandes vueltas ganadas en la última década para la escuadra navarra) unida a la partida de Landa, cuyos resultados tras su paso por el equipo estuvieron por debajo de las grandes expectativas creadas por él mismo y los medios, más una multicultural apuesta por valores jóvenes, deja al incombustible Alejandro Valverde como máxima referencia para el 2020. A sus 40 años el decano del equipo, oficia también como la única figura contrastada para obtener victorias en parciales, vueltas de una semana, top 10 en generales y pruebas de un día.

Como en tantas temporadas el murciano ultima su pretemporada para debutar en el Challenge Mallorca. Los trofeos en forma de clásicas individuales se celebrarán entre el 30 de enero y el 2 de febrero. El resto del equipo que no está en San Juan o Australia ya se se encuentra concentrado en la isla, en el centro de entrenamiento “Academia Rafa Nadal”

Las cuatro carreras baleares incluyen el Trofeo Felanitx, Ses Salines, Campos, Porreres (30 de enero), Trofeo Serra de Tramuntana (31 de enero), Pollença – Andratx (1 de febrero) y el Trofeo Playa de Palma (2 de febrero).

Valverde cuya voracidad, fiabilidad y buena forma le suele dar réditos desde febrero hasta final de temporada, estará acompañado por los dos nuevos hombres fuertes para la general en grandes vueltas: Enric Mas y Marc Soler. También por sus gregarios más experimentados y algunas de las nuevas incorporaciones: Carretero, Dario Cataldo, Imanol Erviti, Antonio Pedrero, José Joaquín Rojas y Davide Villella.

El laureado ciclista español empieza la que podría ser (dependiendo de sus sensaciones y resultados) su temporada de despedida. Valverde se ha puesto como gran objetivo del año uno de los pocos triunfos que se le resisten; con clásicas de prestigio en su haber, además de monumentos, varios campeonatos nacionales, un mundial de ruta, (y varios podios) una gran vuelta (más una decena de podios en las mismas) rondas de una semana y triunfos parciales para aburrir, su gran sueño es obtener una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio, para cerrar una de las carreras más brillantes y versátiles vista en el ciclismo en décadas. En un año donde tanto la prueba de ruta en Japón como los mundiales presentan un recorrido montañoso duro, favorable a sus condiciones.

Es la última oportunidad del corredor murciano para aspirar a la gloria olímpica. Por eso no ha disimulado la posibilidad de apearse del Tour de Francia si, es preciso, en la última semana para tener más días de recuperación. Lo que si es fijo, de no mediar imprevistos e infortunios, es que cerrará la temporada con Vuelta a España, Mundial y si alcanza el gas, quizás el Giro de Lombardía. Se aproxima el retiro para uno de los grandes de la historia en este deporte. Ojalá consiga la guinda que le falta.

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